1. Mi tía, mi madre


    Fecha: 02/08/2019, Categorías: Incesto Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    A partir de la charla que tuvimos la noche, en que cenando, mi madre nos contó, a mi padre y a mí que su hermana estaba embarazada, y en la que yo no dije nada, aumentaron mis deseos de volver a hablar con mi tía; por ello al finalizar la cena traté de volver a comunicarme con Carolina.
    
    Como por skipe no pude, entré a Facebook y la vi conectada traté de hablar con ella y cuando me contestó, tuvimos la siguiente conversación:
    
    —Gracias por no decirle a mi madre que yo era el padre.
    
    —No tenés que agradecer nada. Si lo hice fue porque no quería que nos matase a los dos, jajaja
    
    —Tenés razón de haberlo sabido nos mataba a ambos.
    
    —¿Pero no tenés miedo de que se dé cuenta? No es una boluda y en base a cuando nazca se dará cuenta que quedaste embarazada mientras estuviste acá.
    
    —Ya lo pensé, le voy a decir que nació sietemesino.
    
    —Me gustaría estar a tu lado para cuando nazca.
    
    —Ahí si se daría cuenta
    
    —Pero es que quiero verlo. ¡Lo quiero reconocer!
    
    —¿Cambiaste de opinión?
    
    —¡Sí!, me di cuenta que estaba mal lo que había dicho.
    
    —Lo tendrías que haber pensado antes.
    
    —¡Sí, es cierto!, pero es lo que me salió en ese momento y luego vos no aceptaste hablar conmigo hasta hoy.
    
    —Es que estaba muy molesta.
    
    —Lo entiendo. ¡Perdóname!
    
    —Bueno, te perdono, porque considero que todo hijo debe saber quién es su padre y lo debe conocer.
    
    —¿Y cómo haré para estar a tu lado sin que mi madre se dé cuenta?
    
    —Estarás hasta que vaya al hospital ...
    ... viéndome por Skipe y luego cuando vuelva también.
    
    —Pero quiero estar ahí.
    
    —No podrás venir sin que mi hermana sospeche.
    
    —¡Qué sospeche si quiere! ¡Es mi hijo!
    
    —Mirá, vos este año te recibís de Licenciado en Ciencias Políticas ¿No?
    
    —SÍ.
    
    —Bueno, entonces le diré a mi hermana que te pagaré un viaje hasta aquí como regalo de fin de estudios.
    
    —Pero vos ya lo habrás tenido.
    
    —Sí, y vos lo conocerás, podrás darle el nombre y nadie sabrá nada.
    
    —Salvo nosotros.
    
    —Obvio.
    
    A partir de esta charla volvimos a comunicarnos todos los días y pude ver como crecía su panza. Me enteré que sería un niño y que lo llamaría Carlos Alfredo y lo vi cuando regresaron del hospital.
    
    Mi madre estaba chocha por ser tía.
    
    Cuando me comentó que la tía Carolina me pagaba un viaje a España como regalo de fin de carrera me dijo: “Yo también iré así conozco a mi sobrinito” y agregó: “Cuando le agradezcas no le digas nada ya que quiero que sea una sorpresa”.
    
    Realmente no supe si contarle o no, pero finalmente decidí hacerlo.
    
    Comenzamos así, el siguiente diálogo:
    
    —Hacete la sorprendida cuando lleguemos.
    
    —¿Cuando lleguen quiénes? ¿No me digas que vienen también tus padres?
    
    —¡No solamente mi madre!
    
    —¿Vendrá mi hermana?
    
    — ¡Sí! Quiere conocer a su sobrino. Me ha dicho que no te diga nada, por eso hacete la sorprendida al verla para no deschavarme.
    
    —Por eso no te preocupes - Y agrego-, Te crees que soy una boluda.
    
    —¡No!, ya sé que no sos una boluda.
    
    —¿Y ...
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