1. Magia y Control (II)


    Fecha: 14/06/2019, Categorías: Control mental, Autor: teobosh, Fuente: RelatosEróticos

    ... mis poderes hice que ella se sincerara más de lo que comúnmente lo haría en una situación normal. Se llamaba Martha, y estaba casada con un rico empresario de la ciudad, aunque aparentaba unos 40 años, realmente tenía 50 , en verdad estaba muy bien conservada, y era muy bella, tenía el cabello teñido de castaño claro, sus ojos eran verdes, unas apenas perceptibles arrugas se dibujaban en su rostro. Tenía un buen cuerpo para su edad, y una sensualidad que solo ciertas mujeres poseen a esa edad, o más bien diría que por esa edad.
    
    Ella llevaba un traje tipo ejecutivo con tonos negros y blancos, pero un collar de oro y perla, así como una pulsera y aretes a tono le daban un toque muy femenino y elegante. De cuerpo no estaba nada mal, bueno de hecho era muy atractiva, tenía pechos grandes que no se distinguían muy bien por la chaqueta, pero su cadera ancha y su trasero redondo y bien ejercitado se marcaba por la falda que traía puesta, de piernas bien torneadas y cubiertas con medias, remarcaban su buen gusto para vestir rematados con unos zapatos de diseñador a tono.
    
    Martha era muy agradable al momento de conversar. Hablamos de todo un poco, pero después de verla detenidamente, nació en mi un interés en mi que iba mas allá de los meros formalismos. Quería ver que tan potente era mi poder, así que le ordené mentalmente:
    
    -Martha, en éste momento comienza a acariciar mi pene por debajo de la mesa sin darte cuenta.
    
    Y como si todo estuviera normal, ella seguía ...
    ... conversando, mientras su mano se dirigió a mi entrepierna y comenzó a acariciarme el pene por encima del pantalón. Entonces le dije mentalmente:
    
    -Martha sin darte cuenta desabotonate la blusa y déjame ver tus pechos.
    
    Y ahí en el restaurante, ella estaba con la blusa desabotonada, y masajeandome el pene por debajo de la mesa. Era una escena muy graciosa, pero la verdad me estaba poniendo muy caliente, así que le ordené que se volviera a abotonar la blusa y que pagara la cuenta, era hora de pasar a juegos un tanto más íntimos. Le ordené que se ofreciera a llevarme a mi casa. Así que abordamos un taxi. con Estela tuve cierta consideración , pues es una persona que conozco y a la que aprecio mucho, pero Martha era prácticamente una desconocida mi trato no iba a ser tan condescendiente.
    
    Al llegar a mi apartamento ella mostró la intención de despedirse y no bajarse del taxi, así que le ordené mentalmente:
    
    -Paga el taxi y baja.
    
    Ella mostró en su rostro cierto sentimiento de no saber que estaba pasando, pero lo hizo, pagó y bajó del taxi. Así que esta vez sin juegos, le ordené que me siguiera dentro del apartamento, y ella desconcertada me siguió.
    
    Ya dentro comencé a decirle:
    
    -Bueno Martha, seguro te estarás preguntando cómo es que has parado aquí. Bueno, creo que mereces saber la verdad, puesto que voy a cambiar tu vida. Verás, acabo de adquirir un gran poder, el poder de controlar las mentes y las acciones de las personas, por eso es que bajaste del taxi, cuando era ...
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