1. Magia y Control (II)


    Fecha: 14/06/2019, Categorías: Control mental, Autor: teobosh, Fuente: RelatosEróticos

    ... con lo que hacía, el lenguaje de su cuerpo era otro, el cual estaba entregado a mi disfrute y también disfrutaba de tal acto.
    
    Ella caminó hacia mi con sus pechos en reacción marcando el ritmo de sus pasos, y al pararse solo a unos metros frente a mi, volvió a darme la espalda para seguir con su baile, un movimiento de caderas, ya esta vez ya, cerca de mi, frotaba su culo en sobre mis piernas y el bulto de mis genitales, dándome un masaje que hizo que mi verga se pusiera erecta al instante. No cabe duda que en Martha había encontrado una experta.
    
    Mientras el movimiento de sus caderas sobre mi ropa me iba poniendo muy caliente, ella tomó las orillas de su pantaleta y comenzó a bajarlas al ritmo de su baile, mientras me dejaba ver aquel monumento a la feminidad que escondía bajo su ropa interior, se hagachó por completo para terminar de sacarse sus pantaletas y me dejo ver aquella bella flor que entre sus piernas emergió, con algo de vello estéticamente depilado para dar un aspecto agradable. No cabía duda que Martha era a sus 50 años un tesoro escondido que ahora me iba a dar el gusto de disfrutar.
    
    Martha se volteo cara a mi, y antes de que yo le ordenara algo ella se lanzó sobre mi, poniéndome sus enormes pechos en la cara, y dándome un apasionado beso en la boca.
    
    Al mirarla de nuevo a los ojos pude ver no ya a la Martha obligada, sino a la Martha convencida y entregada al momento, no se que tan reprimidos haya tenido sus deseos, pero en aquel momento Martha era ...
    ... un desfogue de sensualidad y pasión, me desabotono la camisa y fue dejándome su labial carmesí por el pecho, mientras sentada sobre mis piernas continuaba meneando sus caderas y poniendo a mi pene más y mas tieso.
    
    Sus uñas largas y arregladas iban con el recorrer de sus manos por mi cuerpo, bajando hasta mi pantalón, el cual desabrochó, para sacar mi dura verga al exterior.
    
    Sin quitar su mirada de mis ojos, ella fue retrocediendo, mientras bajaba mi pantalón y mi ropa interior, hasta que tuvo frente a su cara mi pene, el cual primeramente besó un par de veces, para después recorrerlo con su lengua varias veces más, al final comenzó a introducirlo por completo en su boca hasta su garganta, y su conocimiento de las artes amatorias fue evidenciándose más, dándome una de las mejores felaciones que hasta el momento me habían dado.
    
    Martha me estaba prácticamente consumiendo, se le veía entregada en su tarea, incluso sin que yo le ordenase cosas, y lo mejor de todo parecía disfrutarlo. Obviamente de seguir así iba a hacer que me viniera en seguida, así que le ordené que se detuviese. Y la tumbe sobre la cama, y sin ordenárselo, ella misma fue abriendo sus piernas, hasta mostrarme su vagina lista, a la vez que ella le dedeaba con una mano, mientras con la otra se masajeaba uno de sus pezones.
    
    En ese momento le pregunté:
    
    -Martha lo estas disfrutando.
    
    -Si –respondió-.
    
    -¿Ahora que quieres Martha?
    
    -Que sigas.
    
    -¿Que siga con qué?
    
    -Fóllame
    
    -¿No te escuché, ...
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