1. Señor y muchacha (Parte 5)


    Fecha: 10/06/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dulceymorboso, Fuente: CuentoRelatos

    Fueron de los peores días de su vida para Antonio. Paseaba durante muchas horas y se daba cuenta que prácticamente todo el tiempo su mente estaba en aquella muchacha. Caminaba y recordaba cada minuto que había estado junto a ella. Revivía mentalmente aquella noche en que la había conocido. La sensación indescriptible que se adueñó de él cuando la desnudó por primera vez. Sabía perfectamente que nunca volvería a acariciar un sexo como el de Laura. Miró al cielo y dio gracias por haberle dado ese regalo. Su rostro cambió mostrando rabia, enfado. Maldijo en alto por no tener cuarenta años menos y no poder estar con ella. Cuando llegaba a casa la sentía vacía.
    
    Laura quedaba con sus amigas y con su novio por las tardes, necesitaba distraerse y no pensar en ese señor. Se sentía triste. Cuando estaba a solas con su novio lo abrazaba y sentía que era muy distinto abrazarlo a él que a Antonio. Amaba a Pedro pero no podía evitar esa sensación de tristeza. Cuando estaban solos en casa hacían el amor y nunca sentía lo mismo que con Antonio. Muchas veces deseaba sentirse de nuevo besada entre las piernas pero no se atrevía a pedírselo.
    
    Como cada noche Antonio se tumbó en la cama y pensó en la muchacha. Recordó el intenso momento en que subiendo las piernas al sofá, habían quedado expuestos a su mirada el coño y el ano de Laura. Se excitó al recordar como aquel tímido agujero se contraía y dilataba por el placer que su boca le producía, Antonio se bajó el pantalón y comenzó a ...
    ... masturbarse. Alargando el brazo abrió el cajón de la mesilla de noche y metiendo la mano sintió la suavidad de aquella tela. Sin dejar de acariciarse acercó la prenda a su cara y olió con profundidad. El olor íntimo del coño de Laura acarició su nariz y penetró en su cuerpo. Se corrió al instante. Aún con la respiración agitada miró la braguita y se acarició la cara con ella. Desde el día de la despedida de Laura se había tenido que masturbar todas las noches pensando en ella. Sus ojos se humedecieron y no pudo evitar que las lágrimas resbalaran por sus mejillas...
    
    Laura había terminado de ducharse y sonó el teléfono. Era Pedro que como cada día la llamaba para desearle buenas noches. Hablaron un rato y colgaron. Laura como todas las noches desde aquella triste tarde se quitó las bragas y se tendió en la cama. Separó las piernas y sus manos separaron sus nalgas. Se avergonzó al sentir placer cuando su dedo acarició su ano. Su vagina se mojaba muchísimo al recordar y ella humedecía su dedo con el flujo. Aquellos movimientos circulares sobre su agujerito del culo le producían un inmenso placer. Poco a poco este se relajaba y Laura lo sentía abrirse despacio. El orgasmo la sacudía con intensidad cuando su dedo entraba un poco. Laura se ponía triste al pensar que nunca sería capaz de vivir esas sensaciones con nadie. Ni loca podría pedírselo a su novio.
    
    Pasaban las semanas y Antonio se desesperaba. Desde hacía unos días una idea rondaba su cabeza pero la vergüenza le impedía dar ...
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