1. Sexo casual con un pequeño platónico


    Fecha: 10/06/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos

    ... inquirió
    
    - Pues verás… - solté tras un largo suspiro
    
    Honestamente no cabía en mí de tanta emoción que se arremolinaba en mi estómago. Ella, una deidad de mujer… Una mujer con M mayúscula, frente a mí, conversando y compartiendo detalles íntimos de su vida. Sobra decir que estaba con el corazón desbocado y haciendo unos esfuerzos titánicos (aunque sospecho que inútiles) por no mirar su escote. Estaba nervioso y no podía creer que tuviese la ventura de encontrármela precisamente ahí.
    
    Había acudido a Monterrey para un curso relacionado con mi trabajo y con el modesto grupo, acudimos a un bar – karaoke, donde, celebrábamos anticipadamente el fin de aquella capacitación que se daría al día siguiente. Mi sorpresa fue mayúscula cuando, al regresar del baño, me topé con una de las mujeres más bellas del mundo. Inverosímil, pero ella había ido por trabajo y se encontraba con su equipo en el mismo bar. El mundo es un pañuelo.
    
    Nos quedamos platicando en la barra un rato y terminamos por quejarnos de nuestros fracasos en el tema del amor. Conversación que disfruté enormemente, aunque a cada instante estaba a punto de abalanzarme sobre ella. Venía vestida casual formal. Para salir, pero lo que más robaba mi atención eran sus labios, pintados de un rojo intenso. Si de por sí, siempre me había fascinado su sonrisa, aquél conjunto era un delirio para mí, que me mantenía babeando por ella.
    
    Siempre supuse que una chica así jamás se fijaría en mí y aún ahora mantengo ese ...
    ... pensamiento, pero me encontraba dolido, presumiblemente separado y sin ninguna atadura. Además, en aquél momento, me sentía (gracias al alcohol) menos desinhibido. Desgraciadamente nunca he sido un don juan y mis aproximaciones con las mujeres siempre han resultado desastrosas; para mí es preferible que ellas se acerquen. Cuando es así, la cosa funciona perfectamente. Sin embargo, ella no daba muestras de sentir atracción alguna hacia mí (y si lo hacía, jamás me di cuenta de ello… porque… bueno… hombres…). Así que hice lo más estúpido que podría hacer un hombre en una situación como la mía.
    
    - Así las cosas con esta mujer – concluí
    
    - No lo puedo creer – dijo – de verdad que no
    
    - La triste realidad – expresé – pero no queda más que seguir adelante – y levanté mi trago hacia ella de manera elocuente
    
    - ¿Tú nunca la engañaste? – inquirió dándole un sorbo al suyo
    
    - En teoría no – admití – Lo único que hice fue mandarme varios correos con mi ex, pero lo dejé de hacer desde hace mucho. Ella se enojó bastante.
    
    - Y con justa razón – sentenció con rotundidad – pero, ¿nunca te viste con ella? ¿nunca se vieron o algo?
    
    - No, sólo fueron correos – expuse con honestidad y tratando de enfatizar la verdad del asunto – Vivo en Tijuana y ella en Querétaro. Jamás. Salgo mucho de viaje, pero nunca me han mandado allá y cuando voy al D.F. apenas tengo tiempo de hacer algo.
    
    - Eso no estuvo bien – me regañó, aunque un tanto en buena onda – Así sea un pinche mensaje, no está bien
    
    - ...
«1234...8»