1. Adriana, el inicio de un amo


    Fecha: 29/04/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... gracias, y seguimos en silencio. En el ambiente se notaba su vergüenza y algo en mí comenzó a crecer. Un sentimiento de superioridad, o mejor dicho, de seguridad. No se cómo fue que pasó, pero con el bolso aún en mis manos saqué el vibrador y comencé a hablar. "Es realmente largo, aunque un tanto delgado. ¿Lo usas mucho?" Su cara de sorpresa era indescriptible. Se le fue el color y estaba pálida, por un momento noté en su rostro la ira, pero algo cambió cuando activé el vibrador y la miré fijamente. "Vibra bastante fuerte. ¿Sueles ponerlo al máximo de la potencia, amor?" Su mirada cambiaba del camino a mis ojos sin decir una palabra, pero el cambio fue notable. Su expresión no era ya de ira o de vergüenza, sino que estaba en una indecisión fatal. Esto sólo hizo que mi actitud tomara más fuerza. Parecía que no era yo el que hablara. "Mi casa está en la siguiente cuadra, estaciónate ahí, junto al parque ese. " Le indiqué que se estacionara junto a un parque cerca de mi casa, que a esa hora sólo tenía algunos atisbos de luz, pero justo donde estábamos había oscuridad. En la oscuridad la miré a los ojos y ella me miró. "¿Qué pasa? Que no te de pena, el sexo es una necesidad física, es un instinto que no debemos reprimir. " Le acerqué el vibrador encendido y ella lo tomó sin dejar de mirarme. Sin apagarlo, con una expresión de vergüenza y curiosidad en la cara, me miraba fijamente. Fue esto lo que hizo que finalmente me decidiera. "Úsalo. Ahora. Sobre tu ropa. " Sabía que no lo ...
    ... sentiría igual que encajarlo en su deliciosa raja, pero eso era justo lo que quería. Luego de unos segundos apartó su mirada y buscó si alguien la observaba. Apoyó el vibrador en su coño y comenzó a masturbarse lentamente con él, se recargó en el asiento y cerró sus ojos. Se estaba estimulando bastante. Mientras lo hacía me dedicaba esporádicas miradas. Yo sólo la miraba masturbarse. Luego de unos minutos comenzó a subir el ritmo de sus movimientos y a emitir leves gemidos. Me acerqué a su rostro y le susurré al oído. "¿Quieres correrte, amor?" Luego de lo cuál mi lengua humedeció su pequeña oreja y comenzó a jugar con ella. Adriana se estremeció y detuvo el movimiento del vibrador. Mi mano rápidamente se deslizó hacia su entrepierna y tomó el vibrador. Comencé a masturbarla yo mientras ella usaba sus manos para sujetarse al asiento. Poco a poco abrió más las piernas y comencé a presionar más el vibrador en ella. Sabía que estaba mojando su ropa, podía comenzar a oler los fluídos de su sexo. "Huele a tus fluídos, Adriana. Estás muy excitada. ¿Quieres correrte ya?" Ella, entre los débiles gemidos que emitía, me dijo que sí. Yo, más consiente de mí mismo, no podía dejar que esto quedara sólo en un rato de calentura. Tenía que hacerla mía totalmente, que estuviera entregada a mi. Eso era lo que realmente sentía en ese momento, lo que quería. Aceleré más mis movimientos hasta ver cómo sus piernas se abrían al máximo y su boca se abría en un gemido insonoro. Sus ojos entreabiertos ...