1. Apoyado al árbol en los jardines de Méndez Núñez, me folló


    Fecha: 21/04/2019, Categorías: Lesbianas Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... polla en mi boca todo lo que podía.
    
    Te gusta, ¿eh? Te gusta la polla mariconazo. Mira cómo tragas todo mi rabo, puta, que eres toda una puta. Mira cómo te la comes toda, pedazo de maricón.
    
    Así, así, cómela toda. Toma, toma maricón, anda chúpala y déjala bien lubricada, que te voy a follar ese culo de maricón que tienes, me decía sin dejar de meterme la polla hasta el fondo de mi boca, y soltar jadeos por la excitación que tenía.
    
    En varias ocasiones tuve que sacar la polla de la boca, ya que con el ímpetu que le daba, me había hecho atragantar, y abrirme en arcadas.
    
    Una de las veces me incorporé de pie, pidiéndole que me dejara descansar. Se abrazó a mí, metiéndome mano y besándome. Me mordió el labio inferior, metiéndome la lengua en mi boca, para seguidamente decirme que quería follarme; déjame darte por el culo me susurró al oído.
    
    Luego fue bajándome el pantalón y slip, hasta dejarlos a la altura de los tobillos, para seguido agarrarme la polla y huevos; los acarició, me descapulló la polla meneándomela y sobando, a la vez que me fue girando para que le pusiera el culo.
    
    Yo dejé que me fuera girando, luego me subió las manos para que las apoyara en el árbol que nos ocultaba, me subió la camiseta por la espalda, haciendo que sacara la cabeza, quedando esta delante de mi cara. Escupió en una de sus manos, pasándomela por el ano. Metió un dedo en él para abrir el esfínter, y lubricarlo con la saliva que me había echado.
    
    Abre las piernas, y saca un poco el ...
    ... culo para que pueda meterte la polla, me dijo.
    
    Me sujetó por las caderas, haciendo que me inclinara un poco, colocándose él pegado a mí. Apoyó la punta de su polla en la entrada de mi ano, presionó un poco, y dando un impulso a su pelvis, a la vez que tiraba por mis caderas hacia él, metió toda la polla dentro de mí.
    
    ¡Ohhh! Suspiré, ¡ooohhh! Volví a suspirar al segundo movimiento de su cadera, notando cómo su polla me llegaba a lo más hondo de mi culo.
    
    Ya está, ya la tienes toda dentro, maricón. Ay que culito más tragón que tienes, mariconazo, ay que bien se siente.
    
    Se acomodó un poco mejor las piernas, sin parar de meter y sacar su polla de mi culo, ¡aaahhh! Jadeaba cada vez que movía su pelvis, clavándome más y más su polla, ¡aaahhh! ¡aaahhh! Gritaba sujetándome por las caderas, y enterrándome su polla en el culo.
    
    Notaba como sus huevos y pelvis chocaban con mi culo, haciendo que se escuchara el ruido de su polla entrando y saliendo de mi culo, chof, chof, chof, chof, ¡ooohhh! Dios, aquello me gustaba y volvía loco.
    
    Mi polla y huevos no paraban de bambolearse al ritmo de sus arremetidas, y la polla me empezaba a gotear semen, ¡ooohhh! Que gusto me estaban dando, apoyado a aquel árbol de los jardines públicos de Méndez Núñez.
    
    El stress que tenía por estar siendo enculado en plena vía pública, y el placer que me daba aquella polla al entrar y salir de mi culo, rozando cada vez mi próstata, me hacían gemir y delirar de placer, ¡ooohhh! Que gusto, ¡ooohhh! ...