1. Apoyado al árbol en los jardines de Méndez Núñez, me folló


    Fecha: 21/04/2019, Categorías: Lesbianas Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... pero en dirección a la rosaleda. Tampoco se veía a nadie, así que decidí dar otra vuelta más a ver si en esta ocasión se veía algún alma.
    
    Volví llegar al principio, pero sin haber encontrado ni visto a nadie. Realmente ese día no había un alma por los jardines.
    
    Así que volví en dirección a la rosaleda, seguir camino a casa, y esperar a la mañana siguiente, a ver si tenía suerte en los aseos públicos, y encontraba alguna polla dispuesta a darme por el culo.
    
    Cuando llevaba un pedazo andado, e ir más o menos por la mitad del camino de los jardines, vi que cruzaba la calle un joven, internándose en ellos. Iba en dirección opuesta a la mía, por la que, si no cambiaba de calle, nos cruzaríamos. Al pasar uno frente al otro, nos miramos a los ojos; era más o menos de mi edad, y no estaba nada mal; creí recordar haberlo visto en algún Pub, no sé si sirviendo o bebiendo, pero la cara que recordaba, creía haberlo visto sirviendo copas.
    
    Después de cruzarnos, al poco de seguir andando, ambos nos giramos para ver qué camino o decisión tomábamos cada uno de nosotros.
    
    Al verlo que se giraba a verme, yo decidí cambiar de calle, y seguir la dirección que él llevaba. Antes de llegar a volver a encontrarnos, me subí al césped, metiéndome entre unos árboles, cuyas ramas colgaban llegando casi al suelo. Allí no era mal sitio ya que quedaba algo oculto, y él me había visto entrar allí.
    
    Mirando si venía hacia allí, saqué la polla haciendo que meaba, para lo que aflojé el ...
    ... cinturón, desabroché los botones del pantalón, y bajé la parte delantera del slip por debajo de los huevos.
    
    Lo vi acercarse, se quedó un rato mirándome, luego se acercó un poco más, empezando a sacar su polla, igual que había hecho yo.
    
    Siguió caminando hacia donde yo estaba, hasta quedar en frente mía. Tenía un empalme de campeonato; si yo andaba caliente, él estaba tan caliente y salido como yo; la polla era de buen tamaño; más grande que la mía; se le inclinaba algo a la izquierda curvándosele un poco a causa del gran empalme que tenía.
    
    Se dejó caer los pantalones y bóxer a los tobillos, poniéndose a menear la polla, sin dejar de mirarme. Se fue arrimando a mí, hasta que sin decir nada, agarró mi polla con su mano, invitándome a que yo agarrara la suya.
    
    Tan pronto le cogí la polla para empezar a meneársela, esté empezó a jadear, apretar mi polla y manosearme los huevos, y con voz algo temblorosa, me dijo: Chúpamela.
    
    Me puse más enfrente de él, inclinándome para llevar su polla a la boca. Lamí la punta del glande, metiendo luego la cabeza y empezar a darle chupetazos, ¡aaahhh! Suspiró al contacto de su polla con mi boca.
    
    Se arrimó más haciendo que metiera más su polla en mi boca, puso sus manos en mi cabeza, empezando a mover su pelvis, ¡aaahhh! ¡aaahhh! Jadeaba mientras me metía la polla en la boca.
    
    Chupa, anda chupa y cómela toda, maricón, trágatela toda, ¡ahhh! ¡aaahhh! Ay maricón que gusto, me decía, mientras me sujetaba la cabeza con sus manos, y metía su ...