1. El Cazador - Parte 1


    Fecha: 21/06/2017, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: SexoSinTabues

    ... nada mal… Sus ojos marrones claros combinaban perfectamente con su cabello castaño y las pequitas sobre su nariz le añadían matices artísticos a su regordete y aniñado rostro. Sus labios rojos por tanto chupar y besar mi pene lo hacían ver aún más atractivo. Con una nueva apreciación de su belleza, tomé su rostro entre mis manos y le planté un beso pasional que hizo temblar todo su cuerpo. Luego empecé a recorrer su espalda y con cada centímetro que mi mano bajaba, la respiración de Santi se agitaba más y más. Mi corazón empezó a palpitar rápido y mi respiración se aceleró cuando mis manos llegaron por fin hasta sus nalgas… No me había dado cuenta antes de lo redonditas que las tenía, parecía que estuviera tocando dos balones de futbol, duros y redondos. Sin dudarlo, levanté sus brazos y le saqué el polo de un soló tirón, bajando con mis besos por su boca, luego su cuello, su pecho, acariciando, besando y lamiendo cada rincón de su piel, disfrutando de aquel abdomen blanco y lampiño, y de sus gemidos que iban al ritmo de mis besos. Entonces me detuve, allí casi de rodillas donde me encontraba, y volví la mirada hacia arriba para ver a Santi, quien me observó confundido, con su rostro rojo y sus ojos brillantes. Su rostro extasiado era una joya para mí, disfrutaba mucho verlo de esa forma. Sin previo aviso lo tomé de la cintura y le di vuelta, arrimándolo contra el espaldar de uno de sus caros muebles. Ahora me encontraba frente a frente con aquel bello trasero, escondido ...
    ... detrás de unos apretados pantalones de algodón negros que tenía muchas ganas de destrozar. De un solo movimiento tomé el borde de su pantalón con mis dedos y empecé a tirar hacia abajo, sin encontrar resistencia alguna, aquellos pantalones estaban hechos para ser removidos rápidamente. Entonces me encontré con un par de enormes nalgas tratando de ser contenidas aún dentro de un apretado bóxer rojo que me encendió aún más. Sin poder resistir aquella hermosura, enterré mi rostro sobre sus nalgas, dándole pequeñas mordidas sobre su bóxer, haciendo que Santi diera pequeños gritos y gemidos. Con el corazón en la boca, tomé su bóxer con mis dedos y empecé a jalarlos hacia abajo, respirando agitadamente por la emoción de ver aquellas hermosas nalgas en vivo y en directo por fin. El bóxer ofreció un poco de resistencia, debido a lo apretado que estaba, pero luego de un segundo allí estaban, rosadas, hermosas y redondas frente a mí, llamándome… Envuelto en emoción, empecé a acariciarlas, besarlas, pasando mis labios suavemente por su suave piel, dándole pequeñas lamidas y suaves mordidas, disfrutando cada centímetro de aquel glorioso culo. Los gemidos de Santi iban en aumento a medida que me acercaba hacia la división entre sus nalgas, podía sentir su cuerpo temblar al sentirme tan cerca de su agujero, se sacudía de emoción. Sin poder esperar más, con ambas manos separé aquellos balones lo más que pude y pude verlo al fin, rosado, lampiño, listo para ser inspeccionado. Suavemente empecé a ...
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