La tía Mari 4 - Relatos Eróticos

La tía Mari 4

... como quieres que ande tú tía en casa», me dijo con apenas voz, gozando como loca, al igual que yo, «completamente desnuda, solo en ojotas nada más, pero quiero verte siempre desnuda», le dije clavando fuerte mi pija en su cola. Mari dio un quejido de dolor cuando se la metí así, pero no dejó de abrir sus nalgas, «mi sobrino favorito quiere que su tía este siempre desnuda?, bueno, su tía va a estar siempre desnuda como quiere mi sobrino para que me caches donde quieras», dijo Mari, dando un fuerte gemido. «Fede, no se que me pasa contigo, no puedo decirte a nada que no, quiero estar siempre dispuesta para ti, para que me caches, quiero ser tú puta», me dijo Mari con los ojos llenos de lagrimas, llenos de ternura. «Tengo la edad para ser tú madre, y acá estoy, dejando que me caches el chiquito,.todavía tengo tú leche en la concha, y tenemos dos meses para que me caches, para que hagas conmigo lo que quieras», me dijo Mari haciendo que le saque la pija de la cola, empujandome sobre la cama con uno de sus pies, y ella se acomodó entre mis piernas empezando a chupar mi pija. «Mariiiii», le dije acariciando su cabeza mientras ella chupando subía y bajaba, haciendo que me retuerza de placer,. «la tía se quiere tragar toda la lechita de su sobrino», y la siguió chupando mas fuerte, hasta que grité de placer sintiendo los chorros de leche que salían de mi pija llenando la boca de la tía Mari, que tragaba sin dejar de chupar. Cuando Mari limpió bien mi pija con su lengua, se acostó a mi lado, nos abrazamos y nos dormimos como hasta las dos de la tarde.