1. La tía Mari 4


    Fecha: 29/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Cuando llegó el dia de volver a casa, nos estábamos despidiendo, y cuando me despedí de la tía Mari, nos barazamos, tanto ella como yo, teníamos un sentimiento de mucha tristeza, a la tía le caían las lágrimas. Cuando llegamos a casa con Lorena, yo extrañaba a Mari, extrañaba verla de rodillas, desnuda frente mío sacando mi leche con su boca, o agachada gimiendo mientras le cogía la cola. Extrañaba ese cuerpo de mujer mayor, sus tetas caídas, sus nalgas llena de celulitis, pero con la fogosidad de una mujer joven, su complacencia en la cama conmigo. Era como que me faltaba algo. Lorena consiguió trabajo de interna, estaba de lunes a viernes trabajando y los fines de semana estábamos juntos. Yo tengo 30 años y ella 28, pero es una mujer totalmente apática, en la cama es un desastre. Ella una tarde me comenta que pronto iba a ser el cumpleaños de Mari y le dije qué si quería como regalo de cumpleaños, le pagaramos el viaje a ella y al esposo y que vengan a pasar un tiempo con nosotros. Lorena habla con su tía y le dice lo que queremos hacer, ella le dice que en unls días le respondía. Pasó como una semana cuando Mari llama diciendo. que sí, que ella iba a venir a Argentina con nosotros, pero su esposo no quiso viajar. Yo estaba ansioso de que venga. Cuando vino la fuimos a buscar al aeropuerto, sobrina y tía se fundieron en un fuerte abrazo, pero cuando nos miramos, fue como el reencuentro entre dos personas que se amaban entrañablemente. Ellas iban sentadas atrás hablando ...
    ... de sus cosas, de como habia pasado su cumpleaños número 61y Lorena le contó que trabajaba toda la semana, en ese momento nos miramos con Mari por el retrovisor. Antes de llegar a casa, comimos y seguimos viaje, las miradas que nos dábamos con Mari, nos decían lo que ambos deseabamos. Cuando llegamos, Mari se instaló en uno de los dormitorios, se puso cómoda, y tomamos varias cervezas. Yo estaba ansioso de que Lorena se fuera al trabajo, quería estar en la cama con Mari. Como siempre el lunes nos levantamos temprano y nos fuimos, ya que siempre la llevaba al trabajo, cuando iba para casa, estaba tan nervioso, ansioso, que iba con la pija dura. El viaje me pareció interminable. Cuándo llego me desnudo y fui donde Mari dormía, tratando de no despertarla me acuesto a su lado. Yo no se si la desperté o ya estaba despierta, «no sabes como te extrañé», me dijo y nos abrazamos, Mari cuando se dio cuanta que estaba desnudo, ella se sentó en la cama y se desnudo también con mi ayuda. Nos empezamos a besar, ella enseguida me agarró la pija y yo le chupaba sus enormes tetas, nos fuimos acomodando, hasta que quedé sobre ella y sin dejar de basarnos se la metí en la concha. No decíamos nada, solo gemiamos, nos moviamos, Mari estaba con sus piernas bien abiertas, mi pija entraba y salía de su concha arrancandole un gemido de placer. «Como extrañaba la cosa de mi sobrino favorito», decía entre ayes de placer, moviendo sus caderas. «Vente, vente dentro mío, dale tú lechita a la tía Mari», me ...
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