1. Verdaderas amigas - Cap. 1.- El almuerzo matutino.


    Fecha: 28/03/2019, Categorías: Primera Vez Sexo en Grupo Tabú Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    ... “Príncipe azul” (qué equivocada estaba).Por su parte, Norma me platicó sobre su vida antes del matrimonio. Había sido edecán en eventos de todo tipo, cosa que sonaba bastante convincente pues seguía teniendo un cuerpazo. De seguro muchas mujeres la envidiaban. Yo ya creo que lo hacía. Prácticamente todos los hombres a nuestro alrededor le daban un notorio vistazo. Algunos incluso no le quitaban los ojos de encima con total cinismo. Era, sin duda, un fuerte imán para las miradas masculinas, y creo que ella disfrutaba ser el centro de toda esa atención.Norma, según me dijo, conoció al Licenciado justamente mientras realizaba un trabajo como edecán, en una exposición industrial. Lo impresionó de tal manera que pronto se volvieron amantes. Tal relación, Norma la supo encausar hasta convertirse en la esposa del Licenciado.—Pues te felicito, fuiste muy lista. Te supiste pescar un buen partido —dije tuteándola, y con excesiva franqueza, avivada sin duda por el alcohol en la sangre.Pese a que inmediatamente me arrepentí de mi comentario, por el atrevimiento y lo fuera de lugar del mismo, ella no dio muestra de haberlo tomado a mal.—No te creas, el casarse con un hombre rico no es todo en la vida —me dijo con la misma confianza—. Ricardo no me da todo lo que necesito.«¿Pues qué más puedes pedir?», pensé, mientras veía cómo vestía y las alhajas que usaba. No cabía duda que el Licenciado la tenía como a toda una reina. Pero por supuesto no se lo dije.Después de un par de copas más, ...
    ... salimos del lugar. Norma ofreció llevarme en su auto.—¿Te apetece que nos almorcemos algo juntas? No quisiera hacerlo sola —me dijo en el camino.Acepté, pues ella había sido de lo más amable.Norma condujo hacia la Zona Rosa. Tras estacionar, caminamos a lo que yo creí sería un restaurante, por lo que me había dicho, sin embargo, me llevé tremenda sorpresa al ver la fachada. Se trataba de una sex-shop. Por aquellos años no eran tan comunes en la ciudad. De hecho, yo nunca había estado en una.—Vamos —me animó, cuando notó que me había detenido en seco.No sé si fue el vino, pero me sentí animada a entrar y conocer una tienda de ese género. Era grande, o por lo menos así me lo pareció. Había largos pasillos con repisas colmadas de distintos objetos fálicos; revistas pornográficas; videos; prendas íntimas; disfraces y demás artículos por el estilo. Frente a uno de los estantes Norma y yo nos detuvimos. Ella me mostró la calidad y el calibre de unos penes de silicón. Me sorprendió el increíble detalle en ellos. Incluso tenían una textura bastante realista y hasta venosidades. Tomé uno, pero con cierta vergüenza. Temí las miradas que se volcarían sobre mí al sopesar aquello, siendo yo mujer. Aunque luego me dio risa su largo tamaño y extremo grosor.—¿Te imaginas si hubiera hombres con este tamaño de...? —le comenté entre risas.—Pero sí que los hay —afirmó Norma, con plena seguridad.Me sentí como una tonta. Yo jamás había...—Mira. Ahí está nuestro almuerzo —me dijo de pronto.Tardé un ...