1. Así se conquista una de trece - Capítulo III - Quiero MIRARTE


    Fecha: 21/06/2017, Categorías: Hetero Autor: Stregoika, Fuente: SexoSinTabues

    ... o creían que por llevar pantimedias ‘no pasaba nada’. Si supieran que hay muchos como yo a quienes las pantimedias nos prenden aún más que la piel viva… Y para empeorar el cuadro, estos montones de chicas adolescentes siempre, no solo están ‘mostrando todo’, sino recostadas sobre la cola o las tetas de sus compañeras. Alguna vez en otro cuento mío lo dije: Entre ellas si pueden ver y tocar, y lo hacen en público, para que se arrechen los demás. Imagina una colegiala de esas recién, pero recién desarrollada, como un croissant que acabas de sacar del horno, que está en su punto, que está que se come solo y que, tú eres consciente que hace un minuto todavía estaba crudo. Típica muchacha que sabe lo buena que está, es la más alta del salón, se siente la mamá de la camada porque está estrenando tetas, los jeans apretados se le ven mejor que a las demás, y sobre todo porque tiene a toda la comunidad dividida: entre los que se hacen la paja por ella y los que no quieren hacérsela sino que están detrás de ella como perros. Ahora imagínenla en uniforme, sobre los prados del colegio, usando de almohada el culo de una amiga que máximo está tan buena como ella. La chica apoya bien el cachete sobre las prodigiosas nalgas de su compañera, y lo que más te remuerde las tripas es que no lo disfrute, que no se voltee a comerle el culo, sino que sea algo tan rutinario como usar los pies para caminar. Por el contrario, está embobada con su Smartphone, usando la neurona para controlar sus dos ...
    ... pulgares y con ellos al aparato. Y por ello mismo, si la jardinera le tapa o no la cola, no es importante. O al menos no más que lo que sea que haya en esa pantalla táctil. Cuando recién se sentó, se acomodó bien la falda, pero en un par de minutos el Smartphone le consumió los recursos mentales y no se pudo ocupar de si mostrarle o no al mundo su jugoso trasero. Ahora, copien estas dos chicas y péguenlas 10 o quince veces en lugares diferentes. Así es el panorama en una secundaria durante el descanso. Sí, otros ven principalmente cosas muy diferentes, pero para mí, todo lo demás se obnubila. Mi obsesión por sus culos es como mi Smartphone, no quiero saber de nada más. Hago casting: Las que tienen bicicletero largo, lástima. Las que tienen bicicletero tan corto que parece un cachetero, rico. Las que no tienen bicicletero… ayúdame Dios. veo culitos y más culitos bien empacados en mallas grises brillantes, algunos tan rebosantes que estiran la costura entre las nalgas. A veces una que otra se mueve con brusquedad, jugueteando con sus amigas, y las carnes se les mueven como una gelatina bien cuajada. Se me para… Afortunadamente dejé los principios y la doble moral a un lado, por el bien de mi salud mental. Me encantaba mi lado oscuro y lo juntaba con el de las estudiantes con frecuencia. Hay varias etapas en el ascenso a este estadio de perversión, como la de profe inexperto mirón, que obtiene mala reputación de inmediato; la de profe que se aguanta las ganas de mirar y se da ...
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