Al salir de la oficina - Relatos Eróticos

Al salir de la oficina

... orgasmo brutal, mientras el hombre me sodomizaba con más furia que nunca.Mi desconocido amante, con su tremenda verga bien gruesa, me pegó una cogida infernal que me hizo doler como nunca, a pesar de que yo ya era bastante experta en coger por el culo. En silencio se tensó con la espalda hacia atrás y acabó dentro de mi ano, inundándome de semen. Yo volví a sentir la llegada de otro orgasmo mientras me acariciaba el clítoris…Casi sin mirarnos y sin hablar, me puse otra vez la pollera y me incliné a recoger mi tanga negra del suelo, pero el hombre la alcanzó antes y se la guardó en el bolsillo.“Me llevo un buen recuerdo de una buena perra…” Dijo sonriendo en voz muy baja.Me dio su teléfono y le dije que lo tendría en cuenta para otra de mis calenturas. Me comió la boca en un beso profundo de despedida y lo acompañé hasta la calle.“Hola mi amor, se te ve cansada…” Dijo Víctor apenas entré a casa.“Sí, amor, agotadísima de trabajar, así que no cuentes conmigo para nada hoy...”Por suerte en ese momento se distrajo mirando el horno y no pudo ver que por mis pantorrillas se deslizaban hilos de semen del perfecto desconocido. Me dirigí hacia el baño; necesitaba darme una ducha porque me sentía muy sucia, pero además tenía la impresión de oler a sexo también.Me ardía mucho la cola, pero el dolor se calmó bajo el agua caliente de la ducha.“Hoy estuve pensando en vos, mi amor” Dijo dulcemente Víctor desde la cocina.“Ay, mi amor, yo también; toda la tarde pensé en vos” Le respondí, mientras me volvía a calentar reviviendo los furiosos embates de aquel amante desconocido.