1. Al salir de la oficina


    Fecha: 03/03/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Al salir de la oficinaHacía muy poco que me había casado con mi adorado Víctor, pero, aunque sabía que él era el hombre de mi vida, mi condición de ninfómana me mantenía en un estado de calentura constante y por lo tanto, mi fiel esposo tendría que conformarse con ser un buen cornudo. No tenía otra alternativa realmente…Una calurosa tardecita veraniega yo había terminado con mis tareas en el estudio donde trabajaba y me dispuse a regresar a mi casa caminando, ya que por entonces vivíamos en Villa Urquiza, a unas pocas cuadras de distancia.Al salir a la calle noté que me sentía bastante caliente y húmeda, con mis hormonas un poco revueltas…No sabía qué hacer. Esa noche Víctor me había avisado que llegaría muy tarde, así que no tenía apuro en llegar a casa para cocinar o terminar otros quehaceres domésticos pendientes.Entonces llamé a mi amiga Helena, para ver si estaba disponible a acompañarme a tomar un café, pero me dijo que en ese momento se estaba masturbando como una perra, preparándose para su esposo Jorge, que llegaría en cualquier momento.Con cierto hastío decidí darme una vuelta por la zona comercial y mirar vidrieras, a pesar de que a esa hora ya oscurecía y los negocios estaban cerrando.La caminata me serviría para enfríame un poco la calentura; me daba cuenta que no iba a alcanzarme una sola masturbación para aliviarme. Si se daba, tal vez podría levantarme un desconocido en la calle, que me cogiera bien cogida…Enfilé por Olazábal hasta llegar a Triunvirato y allí ...
    ... doblé para recorrer esta avenida. Llevaba una pollera negra bien ceñida, con un profundo tajo a un costado, por donde salían mis largas piernas, una blusa blanca y tacos altos.Durante un par de cuadras me desnudaron las miradas de todos los hombres que estaban acompañados por sus parejas, lo cual me excitó todavía más.Recién a la tercera cuadra vi un hombre interesante que salía de un cajero automático: pude notar que él también se fijaba en mí; así que inmediatamente me detuve en una vidriera simulando estar interesada en algunas ropas allí exhibidas.Me incliné un poco mirando unos zapatos, levantando para ello mi cola en alto.El tipo no tardó en pasar por detrás, bien cerca, indudablemente mirándome el culo y con un tono muy varonil que me erizó la espalda, me dijo bien quedo:“Las cosas que te haría ahí...nena”.Me incorporé simulando no haberlo escuchado y comencé a caminar por delante de él, meneando mis caderas para que pudiera seguir mirándome el culo. El hombre me acompañó un trayecto; parecía estar algo nervioso y dubitativo, entonces aproveché para atacarlo, deteniéndome de golpe y enfrentándolo:“De veras me harías cosas… o es nada más que una fanfarronada?. Le pregunté.El tipo sonrió, sorprendido por mi reacción, seguramente inesperada para él.“Te haría de todo, nena… y dejaría que vos hicieras conmigo lo que quisieras…”Sugirió entonces ir a tomar un café, pero en esa zona podía verme alguna persona conocida y entonces le dije que me acompañara caminando a mi lado…Lo ...
«123»