1. Los 40 años de mi esposa


    Fecha: 22/02/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: pepin1970, Fuente: RelatosEróticos

    ... su degustación y su sorpresa eran 3 invitados especiales que estaba por presentarle. Yo con malicia me encargué de solicitar unos jóvenes, muy atractivos, atléticos, de tipos distintos y eso sí muy vergones, todos con miembros más grandes del tamaño promedio, en la entrevista con ellos pusimos de acuerdo las reglas, el aseo, uso de preservativos, siempre yo tendría la preferencia en cualquier momento, posición o acto que mi esposa lo pidiere y parar si mi esposa o yo decimos basta.
    
    Los jóvenes contratados como bailarines eróticos eran uno moreno, otro trigueño y el otro rubio, ella no sabía que ya habíamos acordado previamente que serían sus amantes por esta noche, los tres al mismo tiempo y debían hacer que siempre recuerde lo deseable que es, lo preciosa que la consideramos todos los hombres que la conocemos.
    
    Ella los recibió totalmente sorprendida, noté que al principio quería salir huyendo, estaba avergonzada de que la vieran así casi desnuda, insinuante, arreglada y maquillada como una puta, me costó trabajo explicarle que le había preparado un show privado sólo para ella, que se relaje pero se resistía pese a que desconocía mis “buenas intensiones”, puso todas las excusas para no quedarse casi como negándose a disfrutar esa noche que bien la merecía, con vergüenza de ese festín de hombres ante sus ojos, pero finalmente se tranquilizó y se quedó a apreciar y disfrutar el show en su honor.
    
    Entraron los bailarines en la habitación, se les notaba impacientes ...
    ... tanto como a mí, locos por demostrar cada uno sus habilidades, cada uno disputándose por ser el primero, ellos sabían que su misión era seducirla a como de lugar para luego si todo sale bien tomarla, domarla.
    
    Uno a uno hizo su parte del baile erótico con movimientos muy sensuales mientras yo discretamente le obligaba a beber un dulce licor, los jóvenes no desaprovechaban para rozar en cada momento sus bocas, manos y miembros contra cada parte del cuerpo de mi hembra, dejando su aliento en sus muslos, en su escote y toda parte donde se le restregaban.
    
    El primero en iniciar fue el rubio, extranjero, atlético, era el encargado de atenderla desde sus piernas bellas bien formadas y esbeltas, lamía las pantorrillas carnudas sedosas y de color blanco perlado, le apretaba discretamente los muslos definidos y tonificados; mientras él bailaba se arrodillaba y empezó a besar sus pies hermosos y suaves, muy bien cuidados, pequeños con unos dedos que apetecen comerlos, sus uñas muy bien pintadas, esos pies que llaman la atención, como de portada; luego pasó a tocar los zapatos de tacón alto, negros de charol y volado en la punta que dejaba ver los dedos de sus pies que hacían juego entre carne y el enmallado de las medias, desabrochó primero uno y luego otro, besaba sus pies y pasaba la lengua entre sus dedos y se los metía en la boca, los adoraba, masajeaba la planta y el empeine con la punta de la lengua mientras acariciaba con sus manos las pantorrillas y muslos, estaba concentrado, ...
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