1. Ayudando a Mamá (05).


    Fecha: 14/08/2017, Categorías: Incesto Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos

    ... toda mi fuerza para poder desvestirla, tuve la precaución de no romper la falda y el saco azul marino, pero su camisa blanca no tuvo tanta suerte, entre gritos, empujones y patadas, ésta terminó toda rasgada y con varios botones menos. Quedó en bombacha y corpiño. Esta vez estaba mejor preparado, arriba de la mesa del comedor había dejado un par de esposas envueltas en una suave y acolchonada tela de terciopelo negro. No me costó tanto sujetarla con ese artilugio que había adquirido apenas un día antes en un sex shop local. Y ese no era mi único juguetito nuevo.
    
    No importaba cuánto luchara, no podría quitarse las esposas por nada del mundo, a no ser que yo utilizara la llave. Dando una gran demostración de mi fuerza física, la cargué sobre mi hombro como si fuera un indio llevando a una virgen secuestrada luego de un malón. La arrojé sobre la cama. Me dolía todo el cuerpo. Nota mental: no volver a alzar a mi madre de esa forma.
    
    La despojé de su ropa interior, ya sin necesidad de romper nada, pero mientras lo hacía recibí una dura patada en el hombro derecho que casi me tira al suelo. Tuve que sujetarla con fuerzas mientras la ponía en cuatro sobre la cama.
    
    - Te voy a dar para que tengas, puta.
    
    - ¡No, no, no! – gritaba intentando apartarse.
    
    Le puse una mano sobre la espalda y busqué su vagina. La clavé hasta el fondo sin escala. Comencé a embestirla de forma despiadada, ella gritaba que por favor parara, pero su conchita me decía todo lo contrario, se estaba ...
    ... mojando mucho y se abrazaba a mi verga con amor.
    
    - Mmmm, este agujerito está bien abierto – dije pasando un dedo por su ano – seguro que te encanta entregar la colita.
    
    - ¡Aaaahhhhh! ¡Ahhhhhhh! ¡Salí!
    
    - Contestame putita – apreté su pezón izquierdo como si mis dedos fueran una tenaza - ¿Te gusta que te den por la colita?
    
    - ¡Pará, hijo de puta! – ese comentario me causo gracia porque tenía toda la razón.
    
    - Dale, respóndeme o te arranco las tetas de un tirón – ejercí la misma presión sobre su pezón derecho, dio un grito de dolor - ¿Te gusta que te den por el culo?
    
    - ¡Ahhhhhaaa! – apreté fuerte para que sufriera – si… si me gusta. Ahora soltame.
    
    - No me estás convenciendo – la penetré con fuerza y magullé sus pechos – la cosa se va a poner fea para vos.
    
    - ¡Auch! Me gusta… me gusta mucho que me den por el culo. Me vuelve loca – lo dijo como si se odiara a sí misma, escucharla casi me hace acabar.
    
    - ¿La querés por el culo putita? – aflojé un poco la presión en sus tetas como para que entendiera el mensaje.
    
    - Siii, la quiero por atrás – no lo pidió con verdadero entusiasmo sino que lo hizo con un poco de miedo, como si le diera la razón a los locos.
    
    No me hice rogar más. La ensarté por la cola dándole apenas tiempo de dilatar. Al principio me moví lento pero cuando escuché sus apasionados gemidos, aceleré el ritmo.
    
    - Ves cómo te gusta trolita – le decía sin dejar de metérsela, no respondió nada y me vi obligado a pellizcarle otra vez el pezón – ¿Te ...