1. 53.2 A la luz de la luna


    Fecha: 24/01/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... Gonzalo, a pesar de la gran obra todo parecía haber quedado igual.
    
    Ciertamente Nico había realizado un magnífico trabajo para preservar la majestuosidad de las habitaciones, logrando a vez ganar el espacio que necesitaban para la Fundación.
    
    Tomé asiento en su sala, parecía que el tiempo no había pasado e influido en aquel espacio tantas veces visitado, observé la figura de su padre, ahora no se parecían tanto, la barba le cambiaba endureciendo las facciones de Gonzalo.
    
    -Daniel, podemos marchar. –me sorprendió su repentina llegada, creía que iba a tardar más.
    
    La visita había resultado rápida y el coche comenzó a deslizarse por la avenida flanqueada de árboles camino de la puerta principal, a la izquierda veía los brillos de las cristaleras del nuevo edificio oculto entre el verde del parque y la salida estaba desplazada para permitir los nuevos servicios de acceso, estaban tardando en llevar a cabo el proyecto.
    
    Mamá había pedido a Aurora que estuviera en casa para atendernos y nos la encontramos allí esperando sin dejar de hacer cosas, nos preguntó si nos quedaríamos a comer y después de una rato de charla, explicándole lo que quería saber, o sea, todo, comencé a sacar los objetos que deseaba lleva a Londres para dejarlos preparados.
    
    Salimos a comer en un restaurante del puerto viejo y dimos un paseo hasta el faro antes de volver a casa para reanudar mi trabajo. Nos preparamos para acudir a la casa de María, a la cena que había acordado con ...
    ... Gonzalo.
    
    Llegamos dando un paseo, habían cambiando y mejorado el mobiliario del verde paseo con motivo de las pasadas elecciones municipales, y los tilos lucían gigantes y hermosos como siempre en primavera. Pasamos delante de la casa de Pablo y en la ladera delante de la casa jugaba un perro, alguien estaba allí e imaginé que sería su madre.
    
    Desde el funeral de Ál no había vuelto a su casa, en aquella ocasión vine con mi madre y la estancia fue muy corta, lo justo para darles nuestro pésame. Comencé a asustarme sin motivo alguno. Había menos vigilancia y no tuvimos problemas para acceder a la propiedad.
    
    Debíamos ser los primeros en llegar, nos recibieron en la puerta María con su tía, Luis y la preciosa niña en que se había convertido Ana con sus once años, se parecía ligeramente a sus primos pero el porte y óvalo de la cara eran de su madre, como fuera resultaba una niña muy bonita, la tía me abrazó y me recibió como si fuera uno más de la familia y María, ella siempre sería mi María.
    
    Ana paso los brazos por el cuello de Gonzalo y no quería separarse de él, esté también la quería profundamente y se lo consentía todo con el disgusto de la tía.
    
    Antes de que empezaran a llegar los demás, exploré la intimidad de la cocina de Luci donde se estaba preparando la cena, tenían a más personal de servicio y como directora, a pesar de no ser su cocina, estaba Águeda, todo mis miedos resultaron infundados y las dos se apresuraron a venir a abrazarme como antes había hecho la familia de Ál. ...
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