1. Follando en la feria


    Fecha: 16/01/2019, Categorías: Incesto Autor: Sevillano, Fuente: CuentoRelatos

    ... un gemido y con un movimiento de ella hacia atrás, facilitando la propia penetración. Le sujeté con una mano el vestido, que ya se le iba soltando de las manos, y con la otra en su espalda, empecé a follarla.
    
    La situación me tenía a mil. Follar en la calle siempre me ponía a mil. Pero no era algo que hiciéramos mucho, y encima, aquella situación en sí, era más que morbosa. Escuchaba gente pasar por la calle a unos metros de nosotros, veía la calle iluminarse con faros de coches... y allí estábamos Marta y yo, disfrutando como locos.
    
    Que me gustara tanto la situación y que mi erección fuera tan bestial, hicieron que aquello no durara mucho. Para nuestra desgracia me corrí dentro de ella pasados unos minutos. Noté los chorreones de semen abrirse camino en mi polla hacia su cuerpo.
    
    Se la saqué con cuidado. Ella se recolocó las braguitas y entre risas salimos del callejón al ver que no había nadie alrededor.
    
    No habíamos llegado al recinto cuando recibimos un mensaje de nuestros amigos. Nos indicaban que habían estado buscándonos y que no nos veían. Y que si queríamos tomar algo más o que si nos batíamos en retirada. Les contesté diciendo que estábamos cansados y que habíamos bebido ya más de la cuenta y que si no les importaba... Quedamos en cinco minutos junto a la portada del recinto para irnos a su casa a dormir.
    
    Todo pasó así y media hora después estábamos ya en la cama. Nuestros amigos tenían una habitación de invitados junto a la de ellos. Nos dejaron un par ...
    ... de pijamas y nos fuimos a la cama.
    
    Yo estaba tremendamente cansado, pero no sé si por ser otra cama diferente a la mía, por la cantidad de alcohol o por la excitación de la follada que Marta y yo habíamos tenido, no podía dormir. Marta estaba igual. Así que nos quedamos allí, en la cama abrazados, hablando en voz bajita y riéndonos sobre lo que habíamos hecho aquella noche.
    
    Estaba yo hablando cuando Marta colocó uno de sus dedos en mis labios e hizo que me callara. Con la otra mano se señaló el oído diciendo que escuchara.
    
    Y entonces me di cuenta.
    
    Se escuchaba que nuestros amigos se lo estaban pasando bien en la habitación de al lado. Se escuchaba la cama chirriar, gemidos, grititos, el sonido de piel contra piel...
    
    Marta me miró con las pupilas dilatadas y una sonrisa en los labios.
    
    -Esos dos se lo están pasando pipa –le dije
    
    -Pues yo también quiero –dijo ella antes de lanzarse a besarme.
    
    Antes de darme cuenta mis pantalones estaban en los tobillos y Marta me la comía.
    
    -No creo que se ponga dura tras el polvazo de hoy y el alcohol, cariño.
    
    Ella me miró, sonrió y volvió a recorrer mi polla y huevos con su lengua.
    
    Creía que no, pero pasados cinco minutos mi polla estaba erecta.
    
    -Nunca dudes de mí, chaval –me dijo sonriendo.
    
    A continuación se desnudó completamente y se colocó sobre mí, metiéndose mi polla erecta.
    
    Los sonidos de la habitación de al lado habían aumentado en fuerza. Y a ellos se les unieron los nuestros.
    
    Marta empezó a ...