1. Desafío de galaxias (Capítulo 6)


    Fecha: 14/01/2019, Categorías: No Consentido Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... de este momento, y para evitar futuros problemas con mi fogosa general, toda comunicación con el monasterio se hará a través de ti, como superiora de Konark, —y dirigiéndose a la priora de Akhysar, añadió—. Le ruego que me disculpe, a ella la conozco desde hace más de treinta años, y a usted no. Bien. Uno de los colaboradores de la general, descubrió en el Manuscrito Sagrado, la forma de construir la maquina que genera el portal, de las que las dos reliquias son piezas fundamentales. Reverenda madre, ¿siguen las reliquias dentro de los bloques de piedra?
    
    —Así es, señor presidente.
    
    —¿Se pueden extraer?
    
    —Con el receptor aquí, si, —respondió la priora señalando el contenedor—. Pero no inmediatamente. Hay que localizar dos doncellas que tengan su misma impronta mística y hay que realizar el Phom Madóx y adjudicarle una de las espadas.
    
    —Entonces, lo primero saquen al candidato y comiencen a adiestrarlo. Segundo, trasladaremos las reliquias tal y como están, en los bloques, a un lugar secreto que más tarde la comunicaremos. Y tercero, busque a las doncellas y denle una espada para que pueda hacer, lo que tenga que hacer con los bloques.
    
    —Así se hará señor presidente.
    
    —¿Crees que es apropiado, Marisol? —percibió inquietud en la voz de Anahis—. ¿Aquí en el monasterio?
    
    —No veo que problema puede haber.
    
    —No sé tía, me da cosa.
    
    —No vamos a hacer nada malo, solo… cosas de mujeres, —dijo acariciándola la mejilla—. Ya veras como te gusta. Voy a dejar ...
    ... tu chochito azul más suave que… que… bueno, muy suave.
    
    La empujó suavemente hacia atrás y situándose entre sus piernas, cogió sus enormes bragas con las manos y se las saco.
    
    —¡Te gustan las cosas a lo grande! —comentó Marisol riendo.
    
    —No digas nada de mis braguitas, que me las compra mi madre, —Anahis frunció el ceño ligeramente, pero era broma.
    
    —Si no digo nada, pero las de mi abuela son bastante más pequeñas.
    
    —Pues todas las que tengo son así…
    
    —Tú y yo vamos a tener que irnos un día de estos de compras, —la interrumpió sonriendo—. Un día que vayamos por Raissa, que allí tienen cosas chulas.
    
    La intrascendente conversación calmó los nervios de Anahis que se dejó hacer. Marisol la separó las piernas, y fue pasando la depiladora láser lentamente: para que apurara bien.
    
    —¡Anda! Mira lo que aparece por aquí, —exclamó Marisol mientras con una toalla limpiaba los restos de pelos. La azulada línea vaginal de Anahis se mostró en todo su esplendor. No dijo nada, no fue capaz de responder. Claramente excitada, se abandonó a las manos de Marisol. A los pocos minutos tuvo un orgasmo mientras aprisionaba la mano de Marisol con los muslos y gritaba como una demente. Mientras ocurría, Marisol se tumbó junto a ella y aproximó su boca para poder respirar sus gemidos.
    
    —¡Por todos los dioses! ¿qué me has hecho? —dijo por fin cuando se tranquilizó y pudo articular palabra.
    
    —Poco para lo que voy a hacerte, —contestó mientras con suavidad la besuqueaba los ...
«1...3456»