1. Ana, una joven llena de deseos


    Fecha: 13/01/2019, Categorías: Hetero Autor: afuentes, Fuente: CuentoRelatos

    ... Marco.
    
    Ana estaba en ropa interior solamente, sin duda que era hermosa, su estatura, sus carnes firmes y su volumen le hacían lucir casi como una modelo curvy, nada que ver con la Ana vestida para el trabajo. Por su parte Marco lucía aún muy varonil, para nada era un cuerpo de revista pero se conservaba muy bien para su edad.
    
    Marco retiró el sostén de Ana y dos bien formados pechos saltaron, después deslizó sus manos por los costados de la joven y poco a poco le despojó de su pantaleta. Ana un poco más nerviosa ayudó a Marco a sacarse el bóxer. Finalmente ahí estaba los dos contemplando su desnudez.
    
    No era su primera vez de Ana, ya había tenido un par de experiencias no muy satisfactorias en sus años de estudiante, así que decidió abandonarse a la experiencia de su ahora amante.
    
    Ambos permanecían de pie, Marco comenzó a besar el cuello de Ana, a la vez que delicadamente paseaba sus manos por los pechos de la joven, era una delicia para él sobar los pezones de la chica, y poco a poco pasó de besar el cuello a besar ese hermoso par de pezones. Ana se dejaba hacer, no se parecía nada a sus experiencias previas donde sus inexpertas parejas de inmediato querían penetrarlas, sin duda la joven disfrutaba del juego previo.
    
    Marco se paró detrás de Ana, pegando su virilidad a las nalgas de ella, ahora besaba los hombros y jugaba con los pechos de la joven desde otro ángulo. Ana no sabía si prestar más atención a los pequeños besos en sus hombros, a sus pechos y pezones ...
    ... erectos o a sus nalgas invadidas por duro pene de Marco.
    
    En un rápido movimiento, Marco pasó de acariciar los pechos a frotar el sexo ya húmedo de Ana, la chica estaba ya muy caliente y mojada, sin decir nada solo se dejaba hacer, sintiendo primero un frotamiento externo para después sentir como uno de los dedos de Marco se introducía en su sexo.
    
    Ana ya no sentía el piso, se sentía flotar… por primera vez sentía que sus poemas y sus escritos tomaban sentido, eso era lo que ella anhelaba sentir. Por primera vez se sentía una mujer llena de deseo.
    
    Marco guio a Ana delicadamente a la cama y la recostó de espaldas, él la besó en los labios, besó su pecho, su vientre, su ombligo y al inicio del vello púbico para finalmente hundir su mentón entre las piernas de su amada. Marco comenzó a lamer lentamente, se tomaba su tiempo para provocar más y más a Ana, la edad de Marco en este momento no era una desventaja, todo lo contrario, su experiencia lo hacía un maestro chupando y devorando los jugos que producía el sexo de la joven.
    
    Ana no terminaba de soltarse, respiraba agitadamente pero no emitía gemidos, Marco introdujo dos dedos en la vagina de Ana al tiempo que no dejaba de lamer el clítoris de la chica, y fue entonces que Ana terminó por soltarse y comenzó a gemir, Marco dejó de lamer y sin dejar de jugar con sus dedos dentro de la chica se incorporó y curveó sus dedos en forma de gancho para buscar el punto G. Ana se retorcía de placer, ni en sus más sentidas prosas ...