1. Confesiones de Laura. Mi perverso amante 8


    Fecha: 12/01/2019, Categorías: Fetichismo Autor: Gala_eros, Fuente: CuentoRelatos

    Después de esa rica cogida que me dio mi tío, me acomodé la ropa, descansamos un rato abrazados siempre, siempre besándonos, siempre mirándome con esa sonrisa que me vuelve loca y me enamora cada vez más, su mirada clavada en mis ojos, en mis labios, en mi cara, sus manos movedizas acariciando mi cuerpo, rozando con ternura mi piel, sus manos inquietas recorriéndome toda, explorando mi cuerpo, tocando puntos que hacen encender mis sentidos, que encienden mi cuerpo, casi incendiándolo, manos suaves, manos expertas que saben llevar al límite todos mis sentidos.
    
    Mi cuerpo tiembla al contacto de su piel, mi respiración se agita, mis labios tiemblan sin control, su cuerpo cubre mi cuerpo, él ha iniciado una nueva batalla sexual que sin duda alguna será exquisita, una batalla en la que yo soy su presa y seguramente sabrá conquistar y hacerme suya totalmente.
    
    Aun no estoy desnuda, creo que le gusta verme así, con el corset y las medias, creo a él le excita más tenerme así, porque su mirada, se vuelve más intensa, llena de deseo, llena de morbo, sus manos no dejan de tocarme, su boca no deja de besarme por todos lados, mi piel se eriza, mi vulva me envía corrientes eléctricas, mis pezones ya están durísimos, mis piernas se abren para recibirle, todo mi ser desea que me posea nuevamente, en este momento me tiene a sus pies y yo deseo fervientemente ser suya, entregarme a él completamente y abandonarme a su placer, abandonarme a su lujuria.
    
    Sus manos me tomaron de las ...
    ... muñecas y las fue llevando por encima de mi cabeza hacia la cabecera de la cama, mientras me besa en la boca, luego siguió besando mis brazos hasta llegar a mis manos, lamió las palmas de mis manos, metiendo mis dedos a su boca los empezó a mamar, provocando en mi sobresaltos de excitación, de pronto me di cuenta de que mi tío, me estaba atando a la cabecera de la cama, primero un brazo y luego el otro, esto me sorprendió un poco pero lejos de asustarme la situación me agrado, supuse un nuevo juego erótico, pensé en una nueva forma de amar y de coger, llena de curiosidad lo deje hacer, deje que hiciera conmigo lo que quisiera.
    
    Mientras me ató, él clavó su mirada en mí, en mis ojos, atento a mis reacciones, siempre con su sonrisa, siempre mirándome excitado, esto hizo que yo me relajara, vio mi aceptación en el rostro, me besó apasionadamente, luego besó todo mi cuerpo, ahora dirigiéndose a mis pies, siguiendo el mismo proceso que con los brazos hasta dejarme atada de piernas y brazos haciendo una cruz en la cama, se puso de pie, fue por una bolsa al closet, luego regresó con ella en las manos, la reconocí de inmediato, era la bolsa de la sex-shop al que entró ese día, sacó una serie de objetos que fue acomodando alrededor de mí, al final se quedó con una mascada de seda de color rojo en la mano.
    
    Pasó la tela jalando de una esquina por entre los dedos de su otra mano, como si de un mago se tratara, probando la suavidad de la tela, luego anudó ese extremo entre sus dedos ...
«1234...10»