1. Desafío de galaxias (capitulo 30)


    Fecha: 30/12/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... mantener naves y tropas aquí.
    
    —Por eso es necesario evacuar y replegar nuestras líneas a posiciones más cercanas al portal, —dijo Marisol ayudándose con el mapa— y tener la cobertura de los sistemas fijos de Petara.
    
    —¿Y el ejército kedar? —preguntó Bertil—. Ha costado mucho esfuerzo ponerlo en pie.
    
    — Lo sé. El grueso pasara al otro lado y todo el que lo desee seguirá combatiendo integrado en nuestro ejército, pero una pequeña parte se quedara aquí para ayudar con los rezagados, —y dirigiéndose a Esteban, dijo—: según mis datos, tienes 10.000 Deltas de la clase B con 60.000 cabezas.
    
    —Afirmativo.
    
    —Vas a recibir otros 6.000 Deltas para que llegues a las 100.000 cabezas. Son todas las reservas que tenemos, posteriormente iras recibiendo más según salgan de las fábricas en Rulas 3. Quiero que los emplees todos y sin restricciones; objetivos principales: centros militares y grandes núcleos de población. Dentro de tres días regresamos a casa y podríamos embarcar a los primeros colonos.
    
    —Mientras Bertil torea a los lideres étnicos y religiosos, habría que nombrar a alguien que organice, tanto el éxodo como la colonización.
    
    —Solo puede ser Aunie, —dijo Bertil, al que se le veía más animado.
    
    —En ella estaba pensando, —admitió Esteban, y mirando a Marisol añadió—: es de la etnia krok, y ya sabes que es el oficial de enlace kedar en mi estado mayor…
    
    —Y tú… “amiga”, —le interrumpió Marisol con una sonrisa—. Me acuerdo que combatió a mis ordenes en Narsur y que ...
    ... no puede ni ver a los jefes étnicos y religiosos.
    
    —¡Joder! Creí que no te acordarías.
    
    —Coño Paco, me acuerdo de todo lo que me interesa.
    
    —No creo que eso sea un problema, —dijo Bertil.
    
    —No, no lo es. Bueno chicos, tenemos muchas cosas que hacer, —y mirando a Esteban, añadió—: mándame a tu chica que quiero hablar con ella.
    
    —Vale, pero no me la manosees, que te conozco.
    
    —Ya no hago esas cosas Paco, ahora estoy vigilada, —respondió con cierta coquetería, mientras de reojo miraba a Anahis que ya había instalado el ceño fruncido—. Ahora en serio Paco, en el plazo máximo de seis días, quiero que comiences con los ataques. Para el primer ataque elije un grupo de objetivos muy en el interior del territorio enemigo, nosotros hemos empleado naves bulban cautivas con buenos resultados, de hecho, parte de los nuevos cohetes llegaran instalados en transportes de tropas bulban que hemos transformado en bombarderos.
    
    Los días siguientes fueron intensos para todos, en especial para Bertil. Los lideres étnicos y religiosos se negaron en redondo a trasladar a su pueblo y acatar las leyes federales. Durante los días que estuvo en Magallanes, Ella y Bertil se reunieron en dos ocasiones con ellos intentando negociar, pero fue infructuoso, su cerrazón era total.
    
    —Tenemos que pasar de ellos mi señora, —dijo Aunie que estaba tan frustrada como ellos—. Yo no lo puedo hacer porque no soy nadie, pero usted, y Bertil, sí. El pueblo la quiere, la admira y la respeta, —Bertil asentía ...