Contratiempos lechosos - El vuelo parte 1 - Relatos Eróticos

Contratiempos lechosos - El vuelo parte 1

... privada".

"¿Qué? Pero no tengo nada. Debe haber algún tipo de error. Vamos a visitar a mi familia en Boston y simplemente-"

"Señora, ahora no es el momento de discutir. Por favor, venga conmigo ahora mismo. Está siendo detenida".

"¡Jim! ¡Haz algo!"

"Cariño, relájate. Estoy seguro de que es sólo un malentendido. Solo haz lo que dicen los guardias y podremos salir de aquí".

Sollozando, la rubia dejó que el guardia la guiara a regañadientes hasta la puerta abierta justo fuera de la línea de seguridad. Jim observó a su esposa y al guardia mientras la puerta se cerraba detrás de ellos. Oyó el tintineo metálico de una cerradura y de repente se sintió impotente. Mirando hacia la puerta, se preguntó qué pasaría después.

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El guardia la condujo a la habitación blanca brillantemente iluminada. La habitación estaba escasamente amueblada y sin ventanas. La habitación estaba insonorizada y sólo se escuchaba el zumbido de las luces fluorescentes del techo. Sentado en una silla al costado de una habitación había otro guardia, hojeando distraídamente su teléfono.

"Oye Frank, mira lo que tenemos aquí. Parece que está contrabandeando algunos productos especiales. Ah, y también algunas drogas".

Los dos hombres se rieron mientras la rubia bajaba la cabeza avergonzada.

"Buen trabajo, Jerry. Veamos qué es exactamente lo que planeaba contrabandear, ¿de acuerdo?"

Frank tomó su bolsa de pañales y arrojó el contenido sobre una mesa. Revisando los artículos, la ...

... mano del guardia salió apretando una pequeña bolsita de coca entre su pulgar y su dedo índice.

"¿Qué demonios es esto?"

"Yo, no lo sé. Eso no es mío. No tengo idea de cómo llegó ahí. Por favor señor, estoy aquí con mi esposo y mi bebé..."

"Necesitaremos hacer una inspección más detallada. Señora, quítese la ropa".

La madre conservadora jadeó asombrada "¿Mi, mi ropa? ¿Pero no tienes guardias aquí que podrían...?"

"A esta hora, nuestro personal es limitado. Si prefiere que me comunique con la policía, podríamos dejar que ellos se encarguen de la situación. O puede dejarnos hacer nuestro trabajo y podemos ayudarle a seguir su camino".

Se quitó las sandalias. Extendiendo la mano detrás de ella, lentamente abrió la cremallera de la parte posterior de su vestido, dejándolo caer hasta sus pies. Los dos guardias se quedaron sin aliento ante lo que vieron. Las enormes tetas de la rubia estaban ocultas por un sujetador de lactancia blanco igualmente enorme. Sus duros pezones asomaban a través de la gruesa tela, tensándose contra las copas. También llevaba bragas blancas a juego. Al darse cuenta de que los guardias la vigilaban, se sonrojó y cruzó los brazos sobre el pecho.

"Señora, tendrá que quitarlo todo".

'¡¿Qué?! ¿Y estar desnudo delante de hombres extraños?

"Jerry, adelante y llama a la policía". Jerry se acercó al teléfono que estaba al otro lado de la habitación. Tracy pensó en su familia esperando afuera de la puerta. Los guardias habían encontrado ...