Relatos XXX8 Contra la pared - Relatos Eróticos

Relatos XXX8 Contra la pared

... tenía encima bombeandome a toda máquina, hasta que después de 10 minutos, con sus últimos empujones me dejaba su leche caliente junto con mis orgasmos muy dentro mío.

Ésta vez sólo escuché con calentura, pero tranquilo por que era suficiente para mi y por que tenía que trabajar al otro día.

Acariciando mi pelo me pidió que escuche la última parte de su relato.

Descansamos por una hora con el señor y cómo no hablamos, pensé que ya dormiríamos.
Él se  paró con la verga dura y pensó Dios mío, no se irá a morir.
Caminó hacía su closet trayendo un portaligas, brasier y medias negras, pidiéndome que me los ponga y repita nuevamente todo.

Miré el reloj que daba las 3 de la mañana y cansada me los probé, diciendo que me  quedaba grande y él dijo que se lo imaginó, pero que me lo acomode cómo pueda y que pronto me daría dinero para comprar todo a mi medida.

Viéndome con ése atuendo en el espejo, se me quitó el sueño, parecía puta, pero de ésas buenas putas A 1 y el señor se sobaba la verga con más fuerza y en todo momento, pidiéndome que dé unas vueltas, lo hice tranquilamente  disfrutando también del momento y exigiendo algo más a mi cuerpo me quebré cómo si no tuviera huesos y terminando mi segunda vuelta me tomó por detrás caminando a mi paso llevándome a pegar contra la pared, teniendo que mover la cama para podernos ver mejor por el espejo y sin cremas comenzó a clavarme por el culo y aguantaba el dolor sin gritar para sentir ésa nueva sensacion y para que tú no ...

... escuches.

Amor me dijo que bien se me veía con el señor peludo dándome duro por atrás y contra la pared, que bien sincronizamos por qué no teníamos mucha diferencia de altura por los tacones.

El señor se demoraba en terminar prolongando el placer que sentía al darme duro contra la pared y estarnos mirando por el espejo, yo estaba excitada que ni sentía dolor, ni los empujones que me daba, sólo sentía en mi huequito un placer distinto por hacerlo en una pose distinta y viéndome por el espejo estampada contra la pared y las nalgas musculosas de un hombron peludo empujando duro contra mí.

Pero como todo placer no es eterno, sentí sus chorros calientes de leche chocar en las paredes de mi culito y correr muy dentro mío, viendo por el espejo los últimos golpes que me daba tratando de no dejar ni una gota en su verga.

Está última parte rompió mi compromiso de descansar y no pudiendo contenerme segui literalmente el relato teniendo ella que detenerse para ponerse el brasier, el portaligas, las medias y los tacones y seguir con el relato hasta que dando su segunda vuelta me pegué a ella por atrás llevándola hacia la pared,  y siguiendo con el relato la clavé también sin cremas, escuchando sus gemidos y dándole duro sentía gran placer, por que los tacones nos ponían a la misma altura y mientras  demoraba, ella iba soltando sus orgasmos hasta que no soporté más soltando toda mi leche dentro de ella.

Agitada y en la cama me pidio que le deje terminar su relato.

Amor el ...