1. Hermosas, ricas e inteligentes


    Fecha: 15/11/2018, Categorías: No Consentido Autor: pompita, Fuente: CuentoRelatos

    ... dirigimos a nuestro camarín donde encontramos a unas risueñas mujeres que nos mostraban las imágenes que desde una cámara oculta tras aquel tabique, nos mostraba lo que nuestros bultos genitales en el pantalón delataban. Y la extorsión chantajeante, vino de ellas inmediata:
    
    -"Vamos a poner al aire estas imágenes durante todas las semanas siguientes como avances del programa, ¡salvo que ustedes acepten entregarse a sus vencedoras desde ahorita mismo para que ellas...” jueguen” con sus cuerpos! ¿Lo aceptan, o damos ya mismo la orden para que desde yá mismito, estas imágenes salgan al aire??? ¡Respondan YÁ!" - Y mientras esto terminaban de decirnos, con un dedo apuntaban el botón del celular que dirigiría la orden de eso al aire emitir, y.… no tuvimos alternativa:
    
    -"Sí!!! lo aceptamos!!!" -Dijimos desesperados. Y ya... llamaron a nuestras vencedoras, que entraron con las más cochinas de sus risas dibujadas en sus hermosos rostros. Riéndose, nos dijeron mirándonos ahí delante de nosotros:
    
    -¡Desnúdense! -Las mujeres del canal de T.V., se marchaban riéndose y cerrando la puerta dejándonos con las chicas.
    
    Obedecimos. Ellas, reían y hacían exclamaciones de gozoso asombro al vernos desnudos para ellas. Los cuatro estábamos atrozmente imbuidos en una furibunda sobreexcitación fruto de aquella paliza despampanantemente insólita que ellas nos habían dado, y gimiendo y hasta chillando como bichos así entregados a ellas, comenzamos a ser juguetes de sus manoseos y mil cosas que ...
    ... con nuestros cuerpos desnudos comenzaron ahí mismo a hacernos a los cuatro juntos ellas cuatro así una a cada uno.
    
    Nos hacían cosquillas atroces al tiempo que nos masturbaban y mamaban y sus manos y pies recorrían nuestras desnudeces sensibles haciéndonos experimentar sensaciones despampanantemente eróticas que las sentíamos como mezclas locas de humillación y a la vez goces de placer bestial, y comenzaron a hacernos acabar a mares haciéndonos saltar verdaderos torrentes de leche que nos saltaban por la pija en el reír desprejuiciado de ellas que disfrutaban como alocadamente aquello que nos estaban ahí haciendo.
    
    Y una y otra vez nos encendían haciéndonos entrar en esos éxtasis de excitaciones como demenciales, y desenfrenadas en sus deseos de poseernos en esa dominación a la que nos habíamos entregado de manera absoluta, nos disfrutaban dando riendas sueltas a sus más lujuriosas pasiones que en nosotros descargaban como las más impúdicas hembras en desmesurado celo avasallante.
    
    Nos follaban bajando y subiendo con frenético cabalgar sobre nosotros como burros así empalmados. Gritábamos como marranos mientras sus carcajadas se entremezclaban en aquella orgía de nuestros gritos y suspiros y las alocadas carcajadas de ellas gozosamente triunfales, y aquello no era sino el comienzo de una insólita relación en la cual nos habían atrapado para hacernos de sus deseos, esclavos en adelante suyos.
    
    Ya allá, acullá o donde fuere, nos llevaban para hacer de nuestros cuerpos, ...