1. Follando con mi amigo casado


    Fecha: 14/11/2018, Categorías: Gays Autor: machirulo, Fuente: RelatosEróticos

    Viernes 13 de julio de 2012
    
    El fin de semana se presentaba aburridote... la verdad que últimamente le doy muy pocas alegrías a este cuerpo mio... Y pasar tres días con la familia en la playa, no iba ayudar con el tema.
    
    El viernes por la noche fue la mar de grato, pues disfrutar de los seres queridos también es un placer ( que a veces obviamos por egoísmo)... El sabado por la mañana me acople a los juegos de la playa de los críos y me sentí rejuvenecer... Después de un agradable almuerzo en familia, unos optaron por irse a la playa, otros por echarse una siesta... Yo escogí la segunda opción.
    
    A eso de las seis de la tarde me desperté, tome un café y comprobé que salvo mi madre, que seguía durmiéndose la pelicula de Canal Sur; el resto no daba señales de vida... Así que mi lado mas libidinoso empezó a barruntar una idea, a la que no dejaba de darle vueltas desde que la leí en una web de cruising ( ¡Cuantas puertas se nos han abierto con internet...!)
    
    Cogí el coche y sin contar nada en casa, ( ya me inventaría una excusa) me fui para Punta Candor, en Rota...Decidí no aparcar en un escampado que había delante de la zona de acceso a la playa y deje el coche unos docientos metros antes de llegar al campo de futbol. (nunca se sabe)...
    
    Eran cerca de las siete de la tarde y la gente ya abandonaba la playa.... Por el paseo de madera que conducía a ésta me cruce con un publico muy variado : familias, parejas jovenes …., pero lo que abundaba eran grupos y parejas de ...
    ... hombres... Aquello tenía pinta de estar en pleno ocaso... Pero ya de “perdios al río”....
    
    Al final del paseo había una caseta donde había varias bicis amarradas, a un lado y al otro, en las dunas limítrofes se divisaban cuerpos desnudos tomando el sol, me decidí bajar a dar un paseo por la playa... La marea estaba baja y había dejado los corrales al descubierto, todavía hacia bastante calor y tras diez minutos de paseo, llegue a la conclusión de que éste no era una buena idea.
    
    Volví sobre mis pasos, cuando al poco de pasar la casetilla de madera veo que un tipo vestido como su madre lo trajo al mundo se adentra en un frondoso pinar a la derecha de donde yo estaba...La curiosidad pudo más que mi timidez y decidir ver que se cocía por allí... Para mi desconcierto no se veía un alma, y del tipo que se paseaba desnudo ni rastro... Cuando de repente escucho un ruido que proviene de detrás de unos matorrales, por la forma que se traslucía a través del follaje, vi que se trataban de dos hombres...y no había que ser un premio nobel para adivinar lo que estaban haciendo. Aceleré el paso, para no molestarlos con mi presencia, y seguí avanzando a través de los bosques de pino... Y como la Alicia del cuento, a la vez que más camino recorría más cosas insolitas me encontraba...Lo siguiente, fue un tío de unos cincuenta años en calzoncillos simulando hacer ejercicios gimnásticos, que estaba tan a su rollo, que ni se inmutó cuando pase.
    
    Varios metros mas adelante, la cosa empezaba a ...
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