1. Mi sobrino Sergio viene a mi casa


    Fecha: 20/04/2024, Categorías: Incesto Autor: perlitas, Fuente: CuentoRelatos

    ... Lo pasé genial. Y tú, ¿qué tal está mi tía favorita?
    
    Wow. Parece que mi sobrino sí que estaba dispuesto a hablar del tema. Se le veía que tenía ganas. En parte me llamó la atención que fuera tan decidido, pero en el fondo me alegré porque pensé que esto me haría las cosas más fáciles.
    
    - Bien... bien... -contesté
    
    María seguía a mi lado mientras hablaba con mi sobrino... me puso su mano en el muslo, justo rozando mi zona de la vulva... me acariciaba la pierna, pero con intención de crear roce en mi vagina... eso no hizo que ponerme más nerviosa, pero en el fondo me estaba calentando. María tiene muchas tablas.
    
    - No te noto muy convencida... seguro que estás bien? ¿No te gustó lo de ayer?
    
    - Sí, lo que pasa es que estoy en la cafetería del trabajo, y no quiero hablar de eso ahora.
    
    - Claro, lo entiendo perfectamente. Pero solo quería aclarar que fue uno de los mejores días de mi vida.
    
    Yo me puse colorada. María seguía con su mano en mi muslo y me animaba con gestos a que le propusiera venir a mi casa.
    
    - Mira, Sergio. Por qué no vienes esta tarde a mi casa. Termino a las 5. Podemos quedar ahí, no sé… ¿A las 7? Y así hablamos con más tranquilidad.
    
    - Yo encantado. A las siete ahí, tía.
    
    - Vale, pues nos vemos luego. Adiós Sergio -y colgué. Me despedí de manera brusca, pero es que me estaba matando la vergüenza.
    
    María se me quedó unos segundos mirando como si hubiera ganado un premio o algo por el estilo.
    
    - Joder, Mercedes!!! Que morbazo y qué suerte ...
    ... tener un sobrino así!!!
    
    - Ya, no sé...
    
    - Que no sabes? ¿Puedo ir yo también?
    
    Me la quedé mirando con incredulidad.
    
    - Es broma! Pero mañana quiero que me cuentes todos los detalles!!!
    
    Me pasé el resto de la jornada laboral pensando en mi sobrino y en qué le diría cuando llegara a mi casa. Por una parte, tenía ganas y cuando pensaba en lo que podía llegar a pasar me animaba mucho, pero, por otra parte, se me generaban un montón de dudas e inseguridades... estaba hecha un flan.
    
    Eran casi las 5, y ya estaba acabando de redactar los últimos informes para poderme ir a la hora, cuando recibí un mensaje. Era de mi sobrino:
    
    No olvides coger tu bata de doctora.
    
    Me quedé extrañada. ¿Mi bata de doctora? ¿Por qué quería Sergio que me llevara mi bata a casa? No le encontré explicación y simplemente la puse en mi bolsa.
    
    Cuando salí del hospital me crucé con María, que iba con mi jefe del servicio. Es un hombre muy simpático y apuesto. Y muy guapo. Debe tener unos 55 años, más o menos. María se paró enfrente mío y cogiéndome de las manos me dijo:
    
    - Ánimo, Mercedes. Seguro que va todo estupendamente. Y soltó una sonrisa de lo más pícara a la vez que me guiñaba el ojo.
    
    Yo me quedé muy cortada. Mi jefe se nos quedó mirando y dijo:
    
    - ¿Se puede saber de qué habláis? - se le notaba que tenía mucha curiosidad.
    
    - Nada, cosas nuestras - respondió María. Y se alejaron.
    
    Yo por mi parte salí del hospital dirección a mi parada de bus. Mi casa queda relativamente ...
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