1. ¿Será que el miembro ajeno es más rico?


    Fecha: 20/04/2024, Categorías: Infidelidad Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos

    ... marido; este muchacho, con un físico muy cultivado de esos que solo sirven para exhibir, intelectualmente era lastimosamente básico y sus intereses se limitaban a mujeres, fútbol y dinero. La pareja llevaba casada casi el mismo tiempo que nosotros y tenían una hija de ocho años. Esta encantadora criatura había sido favorecida por la suerte, era un calco de su madre.
    
    En una de esas reuniones el mujeriego toco uno de los temas de su preferencia, preguntándome.
    
    - “Perdonarías una infidelidad?”
    
    - “Si es producto de una debilidad ocasional, sí”.
    
    - “O sea que si viene Carmela y te dice que tenés unos buenos cuernos, la perdonás”.
    
    - “Segurísimo que no”.
    
    - “Y lo que dijiste antes?”
    
    - “Los cuernos producto de una debilidad ocasional son incipientes, pequeños. Los que son buenos, importantes, frondosos, tienen origen en un engaño querido y prolongado”.
    
    - “A ver, explicate un poco”.
    
    - “Una debilidad ocasional tiene rasgos de espontaneidad, es algo no pensado ni buscado, como si cayeras en una trampa, una sorpresa que te agarró con las defensas bajas y te venció”.
    
    - “Pero puede ser que un tipo ejerza tal atracción en tu mujer que ella no pueda vencerla cada vez que se encuentran”.
    
    - “De acuerdo, pero en ese caso ya no es ocasional. Ahí la mujer, sabedora de su claudicación, tiene dos opciones, evitar los encuentros o hacerle saber al esposo que no va a luchar para sobreponerse. De esa manera el marido no va a sentirse traicionado y podrá tomar una ...
    ... determinación sobre el futuro de la pareja”.
    
    - “Podrían haber más perdones”.
    
    - “Imposible, porque el primer perdón excluyó cualquier otro”.
    
    - “No necesariamente”.
    
    - “Al contrario, lo puso como necesario. Si bien la actitud de perdonar fue instantánea, no se borraron los sentimientos originados por el engaño. Dolor, bronca, repulsión, asco, tristeza y todo lo que quieras agregar se irán apagando con el tiempo; tiempo de paciencia en el engañado y de esfuerzo en la infiel, mostrando palpablemente que se arrepiente de lo hecho y de que algo así no va a suceder de nuevo”.
    
    - “O sea que vos nunca te sumarías a las parejas liberales”.
    
    - “Francamente no me siento capaz de soportar ver a mi mujer con otro. Ahora va mi pregunta. Decime Lea, qué opinás del interés de tu esposo sobre mi postura. Cualquiera podría pensar que, o tiene intenciones, o la tiene a tiro, o ya se la tiro a Carmela”.
    
    Eso lo dije observando detenidamente las reacciones de mi mujer y, al verla palidecer, bajar los ojos y cerrar fuertemente los labios, me toqué la frente por si el tacto me indicaba alguna protuberancia.
    
    - “Eduardo, te cedo la palabra”.
    
    - “¡Cómo se les ocurre! solo fue simple curiosidad”.
    
    - “Menos mal, porque estoy muy conforme con mi matrimonio, amo a mi mujer y no quisiera perderla”
    
    Unos seis meses atrás le llegó la jubilación al gerente de finanzas y en la línea sucesoria normal estábamos los dos jefes de departamento que integraban esa gerencia. Para cubrir ese cargo mi ...
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