1. Un paseo por el río con mi compañero de clase y mi vecino


    Fecha: 16/04/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    ... estaba nervioso y con alguna torpeza, me penetró. Entró fácil porque mi culo estaba bien lubricado por el semen de Nico, a quien ya me estaba cogiendo, recostado sobre su pecho y morreándolo desesperadamente. Mateo me tomó de la cintura y empezó a cogerme con ganas. Su mismo vaivén me empujaba más adentro del culo de Nico, hasta que le pedí que dejara que me moviera yo.
    
    Empecé a menearme hacía atrás y adelante para que me entrara toda su pija y para encular bien a Nico. Tras algunos minutos sentí como Mateo aceleraba sus embestidas y me apretaba con fuerza la cintura atrayéndome hacia su cuerpo y acompañé sus acometidas contrayendo y dilatando mi ano, hasta que acabamos en simultáneo con Mateo, jadeando, resoplando y gritando con la voz sofocada por el placer.
    
    Nos desplomamos lentamente uno sobre el otro, con Nico nos besábamos como si fuésemos novios y Mateo no atinaba siquiera a salir de mi culo, cosa que me daba mucho gusto, contrayendo y aflojando mi ano, hasta que se puso otra vez al palo. Me salí de adentro de Nico y le ofrecí su culo, mientras le sobaba la pija y le daba un soberano morreo.
    
    -Qué calentón, todavía la tenés re dura, le dije.
    
    Lo besé de nuevo con mucha lengua, lo fui llevando hasta el ano de Nico y lo guie para que se la metiese subiendo las piernas de Nico a sus hombros para que le entrase toda la pija de ...
    ... Mateo. Como recién había eyaculado, estuvo largos minutos bombeando y pajeando a Nico, mientras yo no dejaba de besarlo y acariciarlo. Me calenté de nuevo y empecé a masajearle el culito a Mateo, mientras él empalaba a mi compañero de clase.
    
    Cuando empezó a acelerar sus embestidas, aproveché para arrimar mi poronga a su puerta virgen y casi se la fue metiendo él solo, lo que lo hizo vacilar, pero Nico le pedía más y más y se movía como una anguila. Con mucho cuidado volví a arrimar la punta de mi poronga en el culo a Mateo y lo dejé que se moviera, ya de nuevo concentrado en la tremenda cogida que le daba a Nico. Se fue acomodando de a poco y pude penetrarlo, quedándome quieto.
    
    Él se movía para adelante y para atrás con placer, Nico lo alentaba a darle más. Bufábamos y jadeábamos como perros en celo en un trencito interminable de placer y tras varios minutos de vaivén, Mateo estalló en una acabada muy intensa, que lo hizo arquear primero y desplomarse sobre Nico después, lo que me puso a mil y acabé en su culo casi enseguida, también fuerte, echando lo poco de leche que me quedaba. Caímos rendidos uno al lado del otro, con Nico en el medio, chorreando los tres un montón de semen de nuestros culos.
    
    Se agradecerán comentarios positivos a:
    
    [email protected]
    
    Acepto comentarios negativos, si son razonables y no agresivos. Saludos. 
«1234»