1. ¡Proceda usted!


    Fecha: 15/04/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: quemiedo, Fuente: CuentoRelatos

    ... blanco de sus impolutas bragas y su blanca camiseta. Mis ojos fueron rápidamente a su entrepierna, era un perfecto triangulo. Tenía el pubis poblado, negro zaino, vello corto y rizado, diría que elegante, destacando en el contraste con la blancura de su vestimenta, dando en el sobresalto como una especie de hipido que me sonó a disculpa celestial.
    
    - He perdido la lentilla al intentar subirme los pantalones, no la encuentro, no veo bien con una, ayúdame por favor, tengo una reunión muy importante.
    
    Si la situación me ocurre hace unos años me hubiera puesto rojo exagerado, provocándome una erección gloriosa para el eterno recuerdo y sufrimiento de la cremallera.
    
    - No te muevas, no sea que la pises o se pierda entre los pliegues de la ropa. Estate quieta tal estatua.
    
    Me puse de rodillas y mi vista no es precisamente de águila, pero la vi encima de una doblez del pantalón bajado. Casualidad.
    
    - Hay suerte, aquí está, por cierto, ¿Como te llamas? No ha habido presentación formal -comenzando a reírme con cierta guasa.
    
    - Me llamo Ruth -contesto con cierta sonrisa pícara, al mismo tiempo las manos sujetaban sus pantalones.
    
    - Me llamo Arturo, respondí
    
    Con delicadeza y sumo cuidado pude hacerme con la lentilla, mientras ella se acomodaba la ropa con decisión y rapidez.
    
    -¿Qué hago con ella?
    
    -Espera un momento, me dijo, tengo que coger del bolso el líquido para limpiarla.
    
    Terminó de recomponerse empezando el rito de la limpieza de su traviesa lentilla, ...
    ... mientras volví a mi mesa de trabajo. Al rato apareció en el despacho con una sonrisa cautivadora, y un cierto arrebol en el rostro.
    
    -Menudo espectáculo he dado, estoy avergonzada. Bueno... ¡no es cierto!, estoy divertida por como ha ocurrido todo.
    
    Siguió con su mirada alegre transmitiendo picardía. Dando una vuelta gloriosa por todo el despacho, mirando por todos los lados, se acercó agachándose y dándome un beso cariñoso en la mejilla.
    
    - Juro que volveré -una risotada inundó la estancia.
    
    Desde la puerta, girando, me lanzó un beso y desapareció tras pronunciar la frase que sonaba como amenaza.
    
    - Volveremos a vernos pronto.
    
    Era viernes, noche cerrada cubierta de negros nubarrones que presagiaban tormenta. No tenía todas las luces encendidas, pero tampoco era una penumbra. En un momento apareció ella, Ruth, perfectamente maquillada, una blusa vaporosa en negro de tenue transparencia que fijándose era fácil adivinar sus pezones. Pantalón amplio de seda blanco ligero y sutil, dando la sensación de ir flotando en el ambiente. Estaba desconcertado, miró a izquierda y derecha acercándose con decisión al cuadro de luces, bajó con decisión el interruptor general y todo oscureció.
    
    - Cierra la puerta me dijo - obedecí al instante caminando con prudencia para no darme con algún cajón abierto en la espinilla.
    
    Ruth situándose detrás de la mesa, sin decir ni una palabra se bajó los pantalones y a continuación el culote blanco de delicados encajes. Apartó bruscamente ...