1. Katrina


    Fecha: 03/08/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos

    ... qué tetas, qué culo. Su humor era el de rendición. Sabía que había cruzado todos los límites que no quería cruzar, y parece que se había resignado a aceptarlo. No puso pega en que entrase en la ducha y empezase a besarla. Mi polla empezó a levantarse otra vez. Sabiendo del estado de ánimo de Katrina, derrotada, de aceptación, incluso sumisa diría, y de mi posición dominante temporal, aproveché y le dije que si me hacía una mamada. Se me quedó mirando, con una mirada de incredulidad. Qué ojos tan bonitos. Pero un momento después, sin mediar palabra, se arrodilló y empezó a chupármela. El agua de la ducha caía sobre su cabello rubio, y ella chupaba suavemente. A veces cogía la polla con una mano, otras me acariciaba los huevos, y otras apoyaba sus dos manos en mis piernas, usando sólo su boca como sostén de mi polla. De vez en cuando me miraba mientras chupaba, y yo veía el cielo. Mi polla en su boca, esos ojos azules, y el agua de la ducha cayéndole en cabello y cara. Mis manos cubriendo sus tetazas. Me iba a correr en su boca, sin avisarla. Katrina chupaba, y yo sentí un espasmo en los huevos. Quedaba todavía mucho material. Sentí el latigazo en la polla, y descargué en su ...
    ... boca. Le pilló de sorpresa y aguantó cómo pudo. Los primeros chorrazos se los tragó, pero era demasiado semen. Tuvo que sacarse la polla de la boca, y vi como una fuente de semen salió de su boca y cayó abajo. Me miró. Se levantó, salió de la ducha, se secó, se vistió, cogió su mochila y se fue de la habitación.
    
    Yo, con calma, hice lo mismo.
    
    No hablamos ni nos comunicamos después de esto. 1 mes después me llegó un mensaje suyo. "Estoy embarazada". No respondí. Mi objetivo (y el suyo) estaba cumplido. Me había follado a Katrina, esa chica polaca recatada pero elegante, habladora pero algo reservada, casada con un holandés, que había llegado a mi departamento unos años atrás.
    
    7 meses después, una mañana, sonó el timbre de mi puerta, abrí y era Katrina. Embarazadísima. Soltó una lágrima y sin mediar palabra, se abalanzó sobre mí a besarme. Hicimos el amor en mi cama, ella embarazada de 8 meses. Supongo que en su interior, quería tener una mejor despedida de mí. No he vuelto a verla. Me envió la foto del precioso bebé cuando nació, y cuando cumplió un año.
    
    Sigue felizmente casada. Su marido nunca sospechó, o quizá no quiso sospechar. Querían tener un hijo, y yo se lo di. 
«1...3456»