1. Katrina


    Fecha: 03/08/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos

    ... pensado con tiempo qué hacer.
    
    La oportunidad de follarme a Katrina y no verle ni las tetas? Ni de coña. Iba a usar toda mi vasta experiencia para calentarla, volverla loca y romper todas sus barreras. Empecé a meterla suave. Metía la punta, la dejaba ahí unos segundos y luego la metía entera, hasta el fondo.
    
    Podría haberme dicho que parase y la follase como un "instrumento ", pero no dijo nada. Seguí así un minuto. Mete despacio, y todo de repente. Acelerando el ritmo. Me estaba follando a Katrina. Mi nerviosismo había desaparecido y mi polla estaba grande como nunca. Empecé a cambiar de táctica, mete saca continuo, un rato, para parar de repente y meter solo la puntita. A la segunda vez que hice esto oí un muy leve gemido suyo... estaba funcionando!!
    
    A la siguiente vez que lo hice, no me quedó duda, se le escapó un gemido claro. Ya está, entro con toda, caballería al ataque. Metí la velocidad de la luz y empecé a follarla a full. No se lo esperaba y esto acabó por derribar sus barreras. Gemido, gemido, brazos hacia arriba. Mete saca mete saca, bum bum bum, sin parar. Fui acercando mi cara a la suya. Mejilla contra mejilla mientras la perforaba a toda velocidad con la polla. Gemido, gemido, ya claramente sin controlarse. Fui acercando la boca poco a poco a la suya. Hasta que se juntaron nuestros labios. Dimos paso a un beso pasional. 2 años esperando esto. Lengua con lengua. Hasta este momento no le había quitado el antifaz. Ahora era el momento de la verdad. Se lo ...
    ... quité, me miró, y se le abrieron los ojos, su consciencia volvió "no! Esto es un error, no es lo que me prometiste! Para!" Mierda... me la juego "ok, respeto tu decisión, paro" deje de follarla y saqué mi polla. Su cara cambió, pasaron 3 segundos en silencio, y vi cambiar su cara otra vez a desesperación y deseo: "espera! No por favor métela otra vez, follame como estabas haciendo, no quiero que pares!" No desaproveches la oportunidad... le metí la polla hasta el fondo. Para este momento ella ya estaba mojadisima, y entró sin dificultad. Comencé con el ritmo que había dejado, mete saca sin parar. Ella ya no gemía, gritaba. Creo que todos los clientes del hotel se dieron cuenta de lo que pasaba ahí.
    
    Era el momento. Ya sin antifaz, ella rendida, tenía vía libre. Bajé mi mano derecha hacia su culo y lo cogí con fuerza. No paré el ritmo, no quería darle tiempo a que se replantease nada. Subí la mano, y por debajo de la camiseta, cogí su teta por encima del sujetador. Qué sensación. No era momento de perder tiempo. Rápidamente le quité la camiseta. Ahora solo queda el sujetador. Desabrochado y fuera. Joder... qué visión. Perfectas, pezones perfectos, ni grandes ni pequeños. Me agaché un poco y empecé a comerle los pezones, mientras le estrujaba las tetas con ambas manos. Mano llena. Tetazas. Gemía como loca, tenía mucha sensibilidad en los pezones! Qué diosa. Bajé otra vez la mano derecha y le empecé a acariciar el clítoris, mientras seguía comiéndole los pezones y con la mano ...
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