1. Violado por curioso


    Fecha: 14/03/2024, Categorías: Gays Autor: CesarPas, Fuente: CuentoRelatos

    ... greñas y a darme con más violencia. Solo sentía sus testículos rebotando detrás de mi. Fue una sensación bastante extraña ya que estaba sufriendo demasiado y a la vez me daba mucho placer. Además comenzó a excitarme mucho que todos morbosamente estuviesen viendo como me cogía sin piedad.
    
    Perdí la noción del tiempo, no sé cuánto habría pasado, pero calculo que me bombeó como por 10 minutos, cuando comencé a sentir unas ganas enormes de orinar y era muy desesperante, quería que se detuviera. Nunca había sentido algo así. Pero ya nada podía hacer. Realmente, siendo honestos, me estaba violando y yo estaba a lo que él quisiese hacer de mí, me sentía como muñeco de trapo.
    
    De pronto, de forma involuntaria mi esfínter comenzó a hacer contracciones que él percibió, le daba apretones. Mi ano quería expulsar su enorme verga, y cuando él sentía eso me daba con más rabia y a profundidad. Hubo momentos donde incluso me sacó la verga y me la volvió a meter de un solo empujón, mi esfínter ya nada podía hacer contra semejante mástil que se abría paso entre mis entrañas. Mis gritos y gemidos cada vez eran más fuertes, y todos lo disfrutaban. Fue entonces que comencé a eyacular. Alcancé a escuchar como alguien por ahí comentó: "lo hizo venirse, que rico". Fue un orgasmo increíble y larguísimo, él jamás bajó la intensidad, eché como cinco trallazos, llené de leche toda la cama y sin acariciar ni un poco mi pene. Realmente me hizo volar y tocar las estrellas.
    
    Fue épico, pero después de ...
    ... eso yo ya quería que él sacara su miembro... le decía: "ya, ya por favor, detente... ya no más". Pero él no me hacía caso, hacía todo lo contrario, lo que quería era acabar dentro de mi, pero duraba mucho. Mi tripita ya era como un guante de látex, estaba completamente contraído y adherido a su verga, podía sentir cada milímetro de su miembro, incluso la textura de su piel, sus venas. Fue entonces cuando comenzó a gemir con su voz ronca, pude sentir sus contracciones y me echó toda su tibia leche en mi interior. Me dio cuatro o cinco últimas embestidas bestiales pausadas y concluyó. Me dio una nalgada y se fue.
    
    Terminé ahí colgado en esa piecera de la cama todo sudado, aturdido, cansado y adolorido, con el culo al aire apuntando al cielo, solo sentía como chorreaba su semen de mi ano dilatado. Un chico se compadeció de mí y me acarició el brazo y mi cara, como diciendo: "ya, tranquilo, ya terminó". Otros dos por su parte, que al parecer eran amigos, aprovecharon la ocasión para probar mi culo y sin decir agua va, se pusieron condón y me comenzaron a penetrar alternadamente, la neta es que ya ni los sentí y ni les dije nada. Después de esa gran violada hermosa y deliciosa que había recibido, con ese semental con tremenda verga gruesísima y con semejante cabezota, nada más podría sorprenderme.
    
    Al concluir todo eso descansé un poco, tomé fuerzas y con las piernas tambaleantes fui a intentar limpiarme al baño. Ahí apareció nuevamente mi atacante y me acarició tiernamente, ...