1. La nueva hazaña sexual de mi mujer en el Caribe (parte 8)


    Fecha: 23/02/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    ... de quitarle el slip, sentada en el borde de la cama y totalmente desinteresada en lubricar y calmar el ardor de mi culo, chupó y lamió el glande hasta tragarse todo el tronco caribeño que la ponía a mil. Podía ver el espectáculo de costado y no vacilé en unirme.
    
    -No me dejes afuera, le dije y me prendí a la faena, para compartir al semental.
    
    Besamos, lamimos y chupamos a la vez el miembro enhiesto, mientras él nos acariciaba las cabezas y nos empujaba para que lo tragásemos todo y nosotros nos ocupábamos de sus glúteos, que tampoco me eran indiferentes. Nos fue cogiendo oralmente, a conciencia y metódicamente todo el tiempo que se le antojó, siempre a cargo de la situación.
    
    A veces nos distraíamos besándonos entre nosotros o besando su glande al mismo tiempo uniendo nuestras lenguas en el chupeteo y la mamada, alternando entre glande, tronco y huevos. Mientras yo no paraba de chuparlo, ella le contó que había preparado mi culo con el dilatador analgésico que habían comprado y que yo estaba listo para él.
    
    -¿Y a mí no me vas a preparar?
    
    Esa pregunta del caribeño me llevó a las nubes y aceleré la mamada lo más que pude, ya notando líquido seminal transparente que me apresuré a lamer y tragar con fruición. Luli volvió a untar sus dedos y sin dejar de chuparle la pija a Kevin, lo fue penetrando bien suave y bien profundo.
    
    Con mi mano libre fui a buscar su conchita que ya emanaba bastante jugo y le metí tres dedos, arrancándole un largo suspiro de placer. Ya ...
    ... estaba hambrienta de pija otra vez, pero no cejaba de penetrar y preparar también el culo de Kevin.
    
    Al cabo de varios minutos, absoluto dominador de la situación, el animador caribeño la hizo poner en cuatro patas al pie de la cama y la penetró suavemente cómo solía hacer él para que se volviera loca de deseo y ella empezó a menearse y empujar hacia atrás, para tener todo su miembro adentro, hasta que él le inclinó el cuerpo y la cabeza a mi mujer hacia mi poronga erecta que Luli se tragó entera y me fue chupando desaforadamente, aprovechando para meterme sus dedos en mi ano, gimiendo y resoplando como una yegua.
    
    Yo gozaba lo mío por ambos lados, agarrándome de las sábanas, hasta que mi mujer dejó de chuparme, se arqueó hacia atrás y tuvo un orgasmo que parecía no iba a terminar jamás, empujando bien sus caderas hacia atrás para contener todo el miembro de su semental, que no cesaba sus embestidas. Se aflojó temblando y fue cayendo sobre mi pecho, besándome los pezones y luego dándome un morreo fenomenal, que respondí con afán.
    
    Lentamente, Kevin se salió de su interior empapado, cuyos jugos se derramaban sobre mi agujero y contribuían a lubricarme aún más el ano. Kevin atrajo mis piernas hacia su cuerpo, me levantó de las caderas, desplazando a un lado a mi mujer y me empaló con mucha delicadeza. Entraba un poco y salía casi todo, solo dejando el glande dentro de mí. Entraba un poco más y repetía, y así hasta que me la puso toda adentro.
    
    Cuando noté su pelvis apoyada ...