1. Coqueteando


    Fecha: 30/01/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Hotwife, Fuente: CuentoRelatos

    ... mi marido. Sin embargo, recordé que era la última clase, por lo que me enfoqué en el juego de coquetería que había o recíprocamente habíamos propiciado entre yo y el maestro.
    
    Me volví a bañar en la tarde. Estaba excitada, me toqué y consideré nuevamente masturbarme, pero no lo hice. Me depilé el pubis. No sabía que ponerme. Fui al cajón para sacar mi ropa interior. Como repertorio la puse en la cama para escogerla. Respecto de si ponerme una falda, un vestido o un pantalón para esa última clase no sabía qué elegir, pues no quería mostrarme tan explícita, sino sutilmente insinuar. Como hacía calor, pensé en un vestido corto con los hombros descubiertos, pero como ya me había puesto faldas y vestidos cortos, mejor opté por un vestido floral estampado, ligero, de tirantes y en la cintura fruncido, ceñido a mis caderas, un poco suelto pero debajo de las rodillas. Pensé en unos zapatos bajos, pero me veía muy casual. Decidí ponerme unos zapatos con tacón alto. Me hice un chongo, para verme diferente, pues nunca había ido así a clase. Me vi en el espejo y me gustó como me veía. Los tacones altos hacían que resaltaran mis curvas y mi trasero un poco más de lo normal. Me gustaba la tela de este vestido ya que no se transparentaba. Por esta razón me lo llegaba a poner sin ropa interior y ahora no fue la excepción.
    
    Llegó la última clase. En esta ocasión no me senté en la fila de adelante sino en medio, lo que le sorprendió nuevamente cuando llegó, pues siempre que llegaba ...
    ... sentía como su mirada me buscaba en la primera fila. Cuando terminó la clase esperé un momento mientras se desocupaba con otras compañeras. Ya de camino al estacionamiento me dijo que había olvidado el programa del Congreso-exposición en su auto y que lo acompañara para que me lo entregara. Fuimos a su auto y me entregó el programa y me dijo que podríamos ir juntos pues él conocía a algunos de los expositores. Acepté su invitación. Me preguntó si tenía tiempo y sí podíamos ir a tomar algo esa tarde noche. Le dije que no existía inconveniente de mi parte pues, y deliberadamente mientras le ofrecía una sonrisa pícara y mirándolo a los ojos le dije: “mi marido salió de viaje y regresa mañana”. Sonrío y me dijo que para no irnos en dos autos nos fuéramos en el de él y que después regresaríamos por el mío. Aunque le hice la observación que tampoco quería llegar tarde a mi casa.
    
    Fuimos a un bar que se encontraba en una terraza, lo cual fue una buena decisión por el calor que todavía hacía. La conversación fue amena, hablamos de diferentes temas. Sabiendo, supongo, del juego, el coqueteo era muy sutil, nos mirábamos y nos reíamos. Después quise confirmar algo: suponiendo que me observaría, le dije que iba al baño. Luego de unos metros caminando, volteé y lo confirmé, me estaba mirando, pero discretamente. Yo me sonreí y seguí caminando. También sentí la mirada de otros hombres. En el baño me vi en el espejo, pensé que había exagerado con esos tacones, pues resaltaban demasiado mis ...