1. El curioso mundo de la diversión para adultos


    Fecha: 25/01/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Dr Arroyo, Fuente: CuentoRelatos

    ... putísima, papi. ¿Te gusta tu puta? ¿Te gusta cómo te ha mamado la verga tu puta? Cógeme, cógete a tu puta, lléname de verga, cabrón, dame verga, hazme gemir como la puta que soy. Dame duro con tu verga, quiero sentir tus huevos chocando con mis nalgas. Así papi, que macho tan sabroso eres, la verga te sabe deliciosa y mira cómo me la estás metiendo tan duro, me haces gemir como puta, soy tu puta, soy tu puta, soy tu pinche puta.
    
    Y de verdad me estaba metiendo una cogida de miedo mi macho musculoso, impulsaba enérgicamente su cadera, ayudándose con ésos muslos que cubrí de tantos besos y lamidas, para enterrarme la verga hasta el fondo y hacerme gemir fuertemente mientras con sus manos me tenía bien atenazado de la cintura para marcarme el ritmo de la cogida. Qué verga tan rica me estaba cogiendo, no quería que parara nunca. A veces me soltaba de la cintura y me agarraba la verga para masturbarme pero pronto lo dejaba de hacer si le rogaba, con la voz más sensual que podía, que no dejara de cogerme, que no dejara de hacerme su puta, que no dejara de darme verga, que quería que me llenara de semen, que su puta deseaba estar llena de su semen, que quería sentir su verga hincharse antes de que me echara su leche y mientras le decía eso estrujaba su pectorales de musculoso y pellizcaba sus pezones. Estábamos locos de deseo. Aceleró el ritmo y supe que su eyaculación estaba cerca. Lo desmonté y metí su verga a mi boca. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, hasta ...
    ... nueve fuertes chorros de semen arrojó dentro de mi boca éste macho musculoso que gruñía como sólo pueden hacerlo los hombres bien satisfechos. Me llenó la boca de semen. Era delicioso. Lo saboree con fruición mientras me masturbaba y muy poco a poco empecé a tragarlo porque no quería dejar de saborearlo. Estaba tan excitado que mi propia eyaculación se aproximó y sin que lo le dijera nada empezó a mamarme la verga con desesperación hasta que arrojé mi semen dentro de su boca. Ahora lo besé con pasión y pude saborear mi propio semen. Totalmente empapados de sudor y de semen nos recostamos con la respiración agitada y nos abrazamos fuertemente sin dejar de besarnos.
    
    Un rato después y apenas recuperada la respiración volvimos a enlazarnos en un 69. No queríamos dejar de mamarnos la verga, de acariciar nuestras nalgas, de besar nuestros muslos, de antojar nuestros culos con los dedos. Ésta vez se vino más rápido, montado encima de mí mientras me cogía por la boca. Volví a paladear su semen de hombre caliente. No dejé que cambiara de postura y apenas había eyaculado en mi boca cuando le metí mi condonizada verga por su riquísimo culo rebotando en sus nalgas de musculoso de gimnasio. Lo tomé de la cintura y lo cogí con pasión, con fuerza, con velocidad, con dureza, se escuchaba el bello sonido de nuestros cuerpos al chocar cogiendo y sus gemidos eran sensuales y sonoros al tiempo que yo respiraba agitadamente como si estuviera corriendo a toda velocidad sudando a chorros, los dos ...