1. El show estelar


    Fecha: 07/12/2023, Categorías: Bisexuales Autor: Dr Arroyo, Fuente: CuentoRelatos

    ... culo al abrirme las nalgas y pasarme los dedos acariciándolo, que me viera los huevos al agarrármelos y se le antojaran.
    
    Giré con la verga en la mano sabiendo que era lo que mi mirón quería ver. Con una mano masajeaba mis huevos y con la otra acariciaba mi verga, luciéndosela, presumiéndole su grosor y dándosela antojar. La mano que tenía en mis huevos también recorría mi cuerpo. Empecé a mirar directamente a la ranura de la puerta donde sabía que estaban los ojos de mi mirón. Quiso abrir la puerta pero al estar ésta asegurada por dentro, no pudo. Sabiendo que me miraba, con una mano libre (la otra no soltaba mi verga) le hice un lento gesto de calma y después llevé un dedo a mis labios para imponerle silencio. Ése dedo lo chupé como si de una verga se tratara.
    
    Saber que me estaban viendo tenía mi verga durísima. Descubrí que me gusta ser visto y admirado, deseado sin que pudieran alcanzarme. Comprendí lo que muchas mujeres saben. Seguí masturbándome lentamente, tenía un show que dar y no podía defraudar a mi público. Me masturbaba y movía mi cuerpo cadenciosamente como si cogiera a alguien lentamente. Y al ...
    ... fin me vine, eyaculé cantidades mayúsculas de semen, sentí fuertes las contracciones de la pelvis, el culo y hasta los huevos me dolieron. Todo mi semen acabó contra la puerta.
    
    Muy lentamente me vestí. Mi mirón quiso otra vez entrar. Ésta vez le hice con la mano el gesto de mostrarle cinco dedos y después señalar con el índice hacia un allá imaginario: “en cinco minutos te veo allá afuera”. El mirón lo comprendió y salió hecho una bala.
    
    Lo que el mirón no sabía, porque no alcanzó a verlo, es que yo tenía una mochila con un pantalón diferente y otra camisa, un look totalmente diferente al que vio. Até mi cabello en una cola de caballo y salí con paso firme y decidido, parecía un joven profesionista sin otra particularidad. Aún dentro de la tienda compré cigarros y unos chicles, me aseguré que nadie me seguía y pude ver al mirón esperando al inicio de la escalera descendente que conducía a los baños. Había pasado junto a él sin que se percatara. Sonreí y me fui muy quitado de la pena. Me estaba volviendo adicto a vivir mis fantasías. Si éste país no fuera tan mojigato, habría hecho el mismo show ante mujeres. 
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