1. El show estelar


    Fecha: 07/12/2023, Categorías: Bisexuales Autor: Dr Arroyo, Fuente: CuentoRelatos

    ... desesperante lentitud fui desabrochando uno tras otro cada uno de los botones de mi camisa. Y empezó el show estelar. Muy lentamente me fui levantando al tiempo que me quitaba la camisa. Muy poco a poco. Descubrir el pecho. Acariciármelo. Tocarme los pezones. Ensalivar un dedo y pasarlo por un pezón. Lengua ensalivadora al dedo, pasarlo por el otro pezón. Lentamente. Amasarme el pecho, que se antojara la carne poniendo cara de modelo de revista porno que parecen gozar de una imaginaria verga que las taladra secretamente ante cámara. Recorrer otra vez el cuello, mesarme el largo cabello sufriendo de ése agobiante calor que tan bien se ve en las fotos. Agarrar un discreto ritmo como si bailara una calmada de verdad muy calmada. Y como la luz me caía de arriba hacia abajo, aquello era ideal para un show.
    
    Una camisa, bien usada, da para mucho en un strip-tease. Le di la espalda a la puerta y descubrí un hombro, acariciándolo, besándolo, lamiéndolo. Después el otro. Tenía la camisa a media espalda y me la volvía poner bruscamente sólo para repetir la operación de enseñar los hombros. Alcanzaba a escuchar una respiración agitada del otro lado de la puerta. La camisa terminó finalmente colgada de un oportuno ganchito pegado en la pared.
    
    Sin detenerme, aún de espaldas a la puerta y moviéndome con la cadencia de la música calmada que nadie escuchaba, acaricié con ambas manos mi cuello, mis hombros, acariciaba mis propios brazos lentamente besando y lamiendo mis bíceps, ...
    ... acariciándolos con mi propia cara. Acaricié mi pecho de espaldas a la puerta, que se imaginara el espectáculo y cuando calculé que a mi mirón la desesperación le llegaba a niveles poco saludables, me giré con lentitud con mis manos acariciando mi pecho, pellizcando mi pezones y poniendo cara de mucho placer.
    
    Mis manos descendieron a mi entrepierna y sobre mi pantalón acaricié mi verga, que se notara que estaba muy parada. Metí una mano, lentamente, por el pantalón: mira cómo me agarro la verga para masturbarme. Comencé a oscilar lentamente, como si estuviera embarrando mi verga en las nalgas de alguien muy ganoso y rogaba porque en ése momento no fuera a sonar la alerta sísmica porque iba a ser particularmente peliagudo salir a toda velocidad poniéndome la camisa, ya deja tú lo de traer la verga bien parada. Con la mano dentro del pantalón agarrándome la verga, giré otra vez dando la espalda a la puerta y ahora metí mi otra mano por la parte trasera del pantalón para sabrosearme las nalgas, para darle a antojar mis nalgas que yo mismo gozaba como si fueran las de alguien más. Abría mis piernas para que se me pegara más el pantalón y la escena fuera más morbosa. Aún de espaldas a la puerta abrí mi cremallera para sacarme la verga y que el mirón notara que lo hacía, que se imaginara mi verga afuera ya y recibiendo mis caricias.
    
    Con cruel lentitud bajé mi pantalón hasta las rodillas, luciéndole mis nalgas y mis muslos que nunca dejé de acariciar. Me empiné para que gozara de mi ...