1. Memorias, entre el pasado y el presente (3)


    Fecha: 11/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: zorroblanco2003, Fuente: SexoSinTabues

    ... escandaloso —se jactó amenazando con hacerlo. — ¡No por favor, no quiero ver nada “chiquitito” como lo que tienes ahí! —le salió al trapo hábilmente su hermana, quien no desaprovechaba una ocasión en la guerra dialéctica que cada día libraba con su ocurrente hermano. Finalmente Tom no cumplió su amenaza, se puso su bañador y cogió su toalla volviendose hacia la puerta listo para partir. Cogieron unas bebidas y salieron de la casa dejando una nota en el frigorífico de la cocina para que cuando sus padres se despertasen de la siesta supiesen donde habían ido. El agua estaba fría al entrar, pero después del intenso calor se agradecía su frescor, el mismo que provocó que los pezones de su hermana se pusieran duros y puntiagudos, destacando tremendamente en su bikini, provocando la atención de su querido hermano, que junto a ella se bañaba. — Vaya hermanita, el agua provoca un efecto inesperado en tu fisionomía. —se rió Tom refiriéndose a sus pezones. Cathy se quedó tan cortada en esta ocasión, que no supo qué decir ante tan incisivo comentario, así que optó por un ataque directo y se abrazó a él intentando darle una “ahogadilla”. Sus pieles entraron en contacto cuando sus cuerpos se fundieron en la pelea. Tom, con los roces no pudo evitar pensar que su pene estuvo cerca y rozó ampliamente su muslo, muy cerca del pubis de su hermana de sangre, estos pensamientos lo turbaron y aún con el agua fría el durmiente despertó. La pelea siguió y sin poder evitarlo el durmiente atacó ...
    ... clavándose cerca de las ingles de su hermana. Tom consiguió esquivarla y la agarró por la espalda, sujetándola por la cintura. — ¡Qué hermanita! ¿Te rindes?, ¡yo soy el más fuerte ja ja! —dijo victorioso. — ¡Está bien, ya estaba cansada! —admitió su hermana. — ¡Oye!, ahora que ten tengo a mi merced, ¿qué pasaría si te pellizco esos pezoncillos tan tiesos que tienes? —preguntó su hermano sin soltar su presa. El muchacho, con su hermana inmovilizada, lanzó una suave caricia que apenas rozó con las yemas de los dedos los pezones de ambos senos cogiéndolos también con sus palmas por los costados. — ¡No te pases Tom! —protestó ella zafándose de su abrazo. — ¡Está bien mujer, cómo te pones, sólo era una broma! —dijo el excusándose. Aunque lo cierto es que lo hizo por puro morbo y sin duda consiguió su objetivo, pues palpó la suave textura acolchada de sus jóvenes pechos. Volvieron a la orilla, donde cansados se tumbaron en sus toallas uno junto al otro. Cathy, no pudo evitar fijarse en la protuberancia, que, cual pequeña estaca, levantaba el bañador de su hermano, como si de una tienda india se tratase. — ¡Vaya, qué gracioso! —exclamó ella y ni corta ni perezosa lanzó su mano al aire impactando suavemente con la estaca que se balanceó ligeramente antes de estabilizarse de nuevo. — ¡Oye! ¿A qué ha venido eso? —protestó Tom sin esperar tal atrevimiento de parte de su hermana. — ¿Qué te pasa hermanito, tú me has tocado las tetas, no? —dijo una bella sonrisa. — Pues si, se me ha puesto dura, ...
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