1. Mi maestra y su perro


    Fecha: 02/08/2017, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ella, estaba super excitada, me dijo que ella estaba preparada para que el perro la penetrara, pero que yo le ayudara, buscamos la mejor manera y esta fue de que se pusiera boca a bajo con las piernas libres en la cama.
    
    El perro al nomás verla en esa posición se le encaramó y empezó a culiar para metérsela, no podía encontrar la entrada vaginal, ella se la agarraba, se la ponía en su hoyito, pero el perro en su desesperación se le zafaba, les tenía que ayudar le tomé el pene al perro y con mis dedos palpé el orificio de entrada, se lo puse y de un solo empujón lo vi desaparecer, mi maestra que hasta ese momento había permanecido quieta al sentir la penetración, pegó un suspiro profundo y un gemido lastimero, que me dio miedo, el perro se meneaba a mil revoluciones por minuto, de la vagina de mi maestra salía una gran cantidad de esperma.
    
    Yo estaba super, al lado de la cama y sabiendo que nadie me veía me estaba masturbando, me estaba dando mi propio placer, pero también sentía deseos de esa cosa grande y colorada dentro de mi, si a ella le había entrado, tambien era posible tenerla dentro de mi cuerpo, terminaron, ella quedó extenuada sin poderse menear, el perro se le desmonto y se puso a lamer su pene, a sentir los jugos vaginales y la esperma entre mezclados, yo tenía todavía mis dedos jugando, se levantó y me fue a buscar mi entrepierna y yo gustosa se lo regalé.
    
    Vi como ella con sus toallitas se limpiaba su conchita, al verme a mi se nos acercó, ayudándome a ...
    ... sentir placer, me acariciaba mis pechos, me dijo que me pusiera en cuatro patas, que ella me protegería para que solo me sobara su miembro pero que no me penetrara, le hice caso, el perro al verme en esa posición que se ponen sus hembras, me fue a olfatear primero, posteriormente me lambió y me encaramó sus tramendas patas, me lastimaban sus uñas mi espalda, pero el placer era superior, empezó a buscarme la entrada virginal, y ella se la retiraba.
    
    En cada acercamiento me dejaba caer esperma, lo que hacía que me mantuviera lubricada, tenía un culiado rapido que yo en mi excitacion quería seguir, pero no podía, sentía como su miembro blando, pero firme buscaba el hoyito que le daría placer, en eso sentí que mi maestra en vez de que no me fuera a penetrar, me lo acomodaba en el ano, sentí como un dolor muy profundo invadió mi recto, sentí que algo me estaba entrando, como sus movimientos eran rápidos, su penetración rápida y profunda, la lentitud de los míos no habían logrado el propósito de que no me penetrara, sentí como en sus movimiento me topaba con su pelota, que se le había formado atrás, cada vez que me penetraba analmente, soltaba chorritos de esperma que me ayudaban a mantener mi ano lubricado y no me lastimara.
    
    Ella después de su accion, me buscó mi clotoris y me lo empezó a masajear, no pude ante tanto gozo, me vine, no sé si dos, tres o mas veces, los tres quedamos rendidos. Ante toda ese erotísmo y placer, había logrado permanecer virgen, no sé hasta cuando, ...