1. Mi maestra y su perro


    Fecha: 02/08/2017, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... lo hicimos en la casa de la maestra y el perro me prodigo de cariño especial, cuando ya todo había terminado, estaba por despedirme de ella, cuando me dijo directamente, si yo había jugado con el perro una de esas noches, sentí una vergüenza tremenda y claro le dije que no, que como lo podía creer, me puse a llorar, de pena y saberme descubierta, me abrazó, me consoló, me dijo que me fuera a lavar la cara porque si no en mi casa me preguntarian porque tenia los ojos rojos.
    
    Estando en el lavamanos y ella sentada en la tapadera del sanitario, me dijo que ella sí lo estaba haciendo, que lo descubrió en forma casual, estando en cunclillas, el perro se le montó y tratado de penetrarla, que como estaba con short, lo dejó estar y vio que él tenía cierto entrenamiento para hacerle el sexo, que esa noche lo dejo entrar a su recámara y que le prodigó uno de sus orgamos mas placenteros, y que de allí prácticamente se había convertido en su mejor relación sexual, pero, que a la fecha no se dejaba penetrar, pues miraba que lo tenía enorme y pensaba que la podía lastimar vaginalmente.
    
    Me comentó que buscaba por el Internet, toda clase de informacion de veterinarios, de enfermedades que se podían trasmitir y que prácticemente el perro era muy limpio. Me interrogó si lo hicimos y le dije que sí, ante su confesión espontánea, me pidió que no se lo fuera a comentar a nadie, pues si no ella se podía encontrar en dificultades, le pedí quedarme esa noche y llamamos a mi mamá, la que ...
    ... accedió como otras oportunidades.
    
    Mi joven mente estaba excitada a que esa noche sucediera algo, tomamos una leche caliente y allí estaba hecha el perro, esperando no sé qué, nos pusimos haber TV, respirabamos ambas profundamente, nerviosas, esperando que alguna tomara la iniciativa, me dormí con esos pensamientos, el día para ambas había sido agitado, no sé que horas eran cuando sentí que alguien urgaba entre mis pantys, era ella, me hice la dormida y la dejé estar, me acomodó de tal manera que me empezó a meter el dedo entre mis labios vaginales, me olía mi sexo poco a poco me fue abriendo mis piernas hasta lograr una posición cómoda, por una de mis mangas me metio el dedo, pero me lastimó y mejor desperté.
    
    Se me quedó viendo y me abrazó me dijo que si quería que lo hicieramos, le dije que no sabía, que nunca había tenido ninguna experiencia, que era virgen, todas esas cositas. Me desnudó, quedé expuesta a lo que ella quisiera hacerme, no me opuse, ella también se desvistió y se acostó encima de mi cuerpo, lo frotaba, después se acomodó en especie de tijera y nuestras dos vaginas se rosaban una a otra, en eso estabamos cuando, el perro se subió a la cama y se nos quedó viendo.
    
    La maestra me abrió las piernas y me empezó a dar besos en mis labios, buscándome mi punto crítico, hasta que lo encontró, tenía mis ojos cerrados, de la emoción y los abrí, vi que el gran danés estaba lamiendo entre las piernas, era un doble gloso, ella me disfrutaba y el perro la disfrutaba a ...