1. Mi maestra y su perro


    Fecha: 02/08/2017, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... estaba en brazzier y pantaletas.
    
    Después de haber refaccionado, empecé a buscar el control de la Tv, no lo encontraba, levanté sabanas, mire muebles y nada pensé, que se había ido debajo de la cama, desde la posición de arriba lo empecé a buscar y cabal, allí estaba, pero no lo alcanzaba, me tuve que bajar y quedé en posición de cuatro patas, así estaba cuando sentí que algo húmedo y frío me buscaba entre mis piernas, inmediatamente me di vuelta, asustadísima, el corazón se me quería salir, me tranquilicé, me subí a la cama, el perro también estaba sorprendido y ante mi reacción se fue para un rincón del cuarto.
    
    Ante lo inesperado no había podido recoger el control remoto, fui a la cocina y traje una palo de trapeador y con él lo hale, y me puse a cambiar canales, todavía no pasa de la sorpresa, como ya era tarde traté de sacar al perro del cuarto y lo halaba del collar y no pude hacerlo, me conformé con dejarlo allí, solo que me puse como mil sábanas, porque no quería que volviera a suceder lo anterior.
    
    Desperté y el perro allí estaba echado, pude ver como de su capuchón se le salía parte de su pene, era bien colorado, se lo lamía, la mente me trabajaba a mil revoluciones, él como adivinando, cada uno de mis pensamientos, de un salto subió a la cama y me empezó a ver, allí tan cerca me pude percatar de su enorme pene, era grande de verdad, se lo lamió, yo tenía miedo de mis pensamientos y de las reacciones del perro, se lo lamía esperando a que yo hiciera algo, me ...
    ... subió una de sus enormes patas a mis músculos y empezó a hacer los movimientos de penetración que les hacen a sus hembras, alli se le salió todo del capuchón y no sé porque se lo toqué, era pegajoso y al contacto de mi mano como que lo irrito y se lo lamió.
    
    Sin mostrar interés y disimuldamente, abrí mis piernas para ver qué hacía y empezó a olfatear mis piernas hasta que llegó a mi entrepierna, allí se quedó olfateando, buscando no se de qué, con su cabeza separó mis muslos y empezó a lamer encima del panty, qué gozo, que placer el que me brindaba su lengua áspera y hímeda, en un momento me quité mis panties y le dejé todo mi sexo a su sabor y antojo, me lamía, me abría mis labios vaginales, me separaba con su lengua mis vellos, sentí deseos de orinar y allí me vine, era la segunda vez en mi vida que habia sentido esa sensación, esos espasmos anales y vaginales, era mi orgamos.
    
    Me quedé quieta y él comprendio o entendió o no sé qué, que para mi ya todo había terminado, se levantó y se fue, salió y pude verlo que se lamía todavía su pene, puse mi mano a un lado y vi que la sábana de abajo estaba toda húmeda en abundancia, no sabía si eran mis jugos vaginales o su esperma lo que habían manchado.
    
    Eran apenas 18 años y en pocos meses, siendo virgen, estaba teniendo placeres eróticos, cuantas chicas de mi edad, solo se masturbaban o ni siquiera a eso llegaban y yo me sentía a veces bien a veces mal, era una sensación estraña.
    
    El día de fiesta de finalización del curso ...
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