1. Tres maduras fogosas


    Fecha: 01/08/2017, Categorías: Intercambios Autor: tajin, Fuente: CuentoRelatos

    ... además creo que ya se acomodaron así.
    
    - ¿qué hacemos con Matilde?
    
    - Pues igual y también me la cojo, si te fijas no está tan mal, tiene unas nalgas ricas y se ve que es las entusiasmada.
    
    - ¡ah caray! ¿y cómo le vas a hacer?
    
    - Ya veremos, igual y tú también te la coges.
    
    Regresaron las chicas, seguimos bebiendo y bailando y en la oportunidad que volví a bailar con Renata, le dije
    
    - ¿te gustaría que vayamos a otro lado?
    
    - aquí está bien ¿no?
    
    - si, si está bien, pero me refiero a un lugar donde podamos estar solos
    
    - jajaja ¿por qué siempre dicen lo mismo?
    
    - ¿y entonces cómo se dice?
    
    - pues directo, que quieres acostarte conmigo
    
    - ah bueno, pues si así es, pero hay que ser más correcto
    
    - bueno, pues dilo
    
    - me quiero acostar contigo
    
    - ¿y que hacemos con los chicos?
    
    - pues que hagan lo que quieran
    
    - no, porque vinimos juntas y tú con Ricardo
    
    - ¿entonces que propone?
    
    - Vámonos juntos
    
    - ¿todos?
    
    - si ¿te da miedo?
    
    - no, pero, no creo que ellas quieran
    
    - más bien no creo que ustedes puedan, sólo son dos
    
    - uuuuuy, no eso si que no
    
    - ¿ellas querrán?
    
    - seguro, nada más hay que ver a donde
    
    - nosotros estamos hospedados aquí a la vuelta
    
    - ¿en un hotel?
    
    - si
    
    - nosotras rentamos una casa, tampoco está tan lejos, si quieres vamos ahí
    
    - perfecto ¿entonces? ¿Nos vamos ya?
    
    - pues hay que decirles
    
    Cuando regresamos a la mesa, Ricardo estaba besando a Carolina y con mano metida en su falda.
    
    - ...
    ... jajaja, se rio Renata, ya ves no hay problema. Nos vamos chicos.
    
    Pagué la cuenta y salimos. Tomé a Renata de la mano y Carolina iba abrazada de Ricardo delante de nosotros, Matilde a un lado de ellos y si, realmente Matilde tenía un buen culo.
    
    La noche estaba fresca, así que fuimos caminando, la distancia no era mucha. Llegamos a la casa ubicada en la parte alta del pueblo, pequeña, una salita, una cocineta, dos recamaras, un pequeño jardín y unos ventanales que permitían ver buena parte del pueblo.
    
    Matilde puso música, llevó una botella, vasos y sodas a la salita, serví tragos para todos y Ricardo sacó a bailar a Carolina, más que baile parecía una sesión de sexo, Ricardo se prendió a las nalgas de Carolina y ésta a su cabeza, Ricardo metió una mano bajo la falda y la levantó, dejando ver las nalgas de Carolina, enfundadas en una tanga negra, realmente se conservaba bien y no ponía reparos.
    
    Nosotros estábamos sentados, pasé un brazo por los hombros de Renata y empecé a besarla, los labios, el cuello, puse una mano en su pecho y encima del vestido acaricié su pezón, su seno era pequeño y firme, su pezón pequeño, redondo e inmediatamente se puso duro.
    
    A poco dejé esa tarea y sin dejar de besarla, bajé mi mano y la metí debajo de su falda, la coloque entre las rodillas, abrió las piernas invitándome a subirla más y la puse en su concha, masajeándola con los dedos, metí la mano por la braga para sentirla desnuda, palpando un pequeño montón de vellos y su concha jugosa y ...
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