1. Convierto a mi sobrino en mi esclavo sexual


    Fecha: 29/09/2018, Categorías: Hetero Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos

    ... piernas muy musculosas, los ojos verdes los mantenía como me acordaba y hacían juego con su piel morena. Trae dos bolsos con ropa y una Play con la que pensaría jugar, supongo.
    
    —Leo ¿Cómo te va tanto tiempo?
    
    —todo bien, también en la escuela, no tengo ninguna materia pendiente, así que no voy a tener que estudiar estas vacaciones.
    
    —me alegro, bueno vas a tener tiempo libre para ayudarme en mis cosas.
    
    —jajjaja, yo no sé hacer nada, sólo estudio.
    
    Me respondió el pajero, como diciendo que no me iba a ayudar en nada.
    
    Entonces decido poner en marcha el plan de Silvia rápido, para no dejar pasar la oportunidad que tendría al otro día, sábado, con mi amiga en el hospital, aunque mi sobrino estaba muy bien para su edad, no se me olvidaba por un minuto que no quería ser su madre durante tres semanas.
    
    Fuimos a cenar y después a poner en práctica, como me indicó la genial de mi amiga, su elucubrado plan. Después de cenar vamos a mi taller y le muestro a Leo todo lo relacionado con mi arte y sus riesgos. El día anterior ya había arreglado con ella los horarios en que la llamaría el sábado y cómo hacerlo.
    
    —vez Leo estas son mis pinturas y esculturas, mira te explico cómo trabajo con ellas.
    
    El me miraba, pero realmente no se en que estaría pensando, bueno en mis tetas y culo supongo, como todo pajero de su edad, pero bueno yo seguía con mi discurso y le recalco bien el asunto del ácido que aplico en las esculturas y sus cuidados.
    
    —vez Leo esto lo tienes que ...
    ... sumergir unos minutos, bla, bla,bla, bla,
    
    Ya no me acuerdo que le decía, después termino a eso de medianoche y le explico en que habitación tiene que dormir y lo despido. Yo con la excusa de tener que terminar de limpiar me quedo por el taller y comienzo a cambiar el ácido de las bateas por agua del grifo, luego me voy a dormir esperando la mañana del sábado. A eso de las nueve de la mañana me levanto y paso por la habitación de mi sobrino y le grito para que se levante a lo que sólo se da vuelta para seguir durmiendo. Yo pienso que este pajero no se va levantar y se me va a pasar el horario que arreglé con Silvia en que la llamaría, así que voy de nuevo y le aviso más fuerte casi gritando y le digo:
    
    —Leo, vamos levántate ya es tarde, yo mientras voy a trabajar y quiero que me ayudes.
    
    Pero era imposible, se nota que a sus 18 años los huevos le pesaban como 50 kilos, cansada decido ir al taller y empezar con el plan.
    
    Ya estando en el taller empiezo, eran las diez de la mañana y tenía hasta las doce para llamar a Silvia. Tomo agua con las manos y me la llevo a los ojos y me los mojo, pero como me dijo mi secuaz, me tenía que poner muy poco de lápiz de labio para enrojecer los parpados y dos gotas diluidas de limón en los ojos y así quedasen colorados por dentro y una gota de uso oftalmológico que se usa para dilatar las pupilas, para un fondo de ojos. Tomo coraje y después de “maquillarme los ojos” me pongo las gotas de Silvia y las gotas de limón en los ojos, en eso ...
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