1. Convierto a mi sobrino en mi esclavo sexual


    Fecha: 29/09/2018, Categorías: Hetero Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos

    ... cómo?
    
    —no seas ansiosa, escucha, el viernes a la noche después de hacer lo que te explique, le dices que los sábados por las mañanas trabajas en las aguafuertes y que usarás los recipientes con ácido, vos tienes que cambiar el ácido de los recipientes por agua y simulas un accidente en los ojos me llamas e inventamos que pierdes la vista por un tiempo y él tendrá que hacer todo el trabajo.
    
    —jajaja ¿pero él se lo va a creer?
    
    —claro que sí, sigue mi recomendación y lo tendrás trabajando de sirviente.
    
    —jajaja, bueno estás loca, probemos, hablamos en la semana
    
    Yo confiaba en la inteligencia de mi mejor amiga, bueno tal vez sobrevaloro demasiado rápido la inteligencia ajena, pero no me imagine todas las locuras que se desataron por no tener en cuenta pequeños detalles que cambiaron la meta del plan que yo creía perfecto, pero como toda locura puede llegar a ser divertida.
    
    Antes quiero describirme, para que me imaginen como forma de poder acercarlos a la realidad, aunque esto no sea importante, pero quiero ponerle cuerpo a su imaginación. Yo soy de tez muy blanca, salí a mi mamá, pelo casi colorado pero no llegaba a ser pelirroja, tenía los ojos grandes y de color gris muy clarito, mi altura era media tirando a bajita, las proporciones de mi cuerpo, algo que tal vez les interese, o sea las medidas de mi cintura, mi culo y mi tetas, jajaja, bueno en verdad no eran muy exagerados no les voy a mentir, mis pechos son como dos tazas de té y casi así de duros, mis ...
    ... pezones son de un color rosa clarito pero bastante puntiagudos con las puntas sobresaliendo como dos deditos de bebe, mi cintura era chica no era de engordar o se me iba todo a la cola que era redonda y blanquita. Casi siempre llevaba vestidos de tipo hindú o sino mamelucos de trabajo especialmente cuando trabajaba en las escultoras. No me preocupaba como me veían yo quería estar cómoda. La comodidad también la llevaba en mi ropa interior, casi siempre bragas de algodón, algunas veces tangas y casi nunca llevaba sostén, era más cómodo y no lo necesitaba. Bueno no los quiero aburrir más con los detalles.
    
    Llegó el viernes, día en que me traerían a Leandro, eran como las cinco de la tarde y llegaron mi hermano y su hijo, yo lo esperaba en la puerta porque me dijo mi hermano que estaba apurado y lo dejó como si fuera un paquete, cosa que no me importó. Algo me alegró, nunca vi a mi cuñada.
    
    —hola Mariela te dejo a Leo que estoy apurado, ya te contó mi mujer que tienes que hacer así que me voy.
    
    —bueno, está bien, chau.
    
    En eso lo veo a Leonardo, estaba mucho más alto desde que lo vi la última vez, hace como dos años atrás, ya que las últimas veces que me junté con mi hermano, él no estaba o su madre no quería que lo viera, sigue siendo una bruja mal parida, pero eso es otro tema.
    
    Lo miro y me doy cuenta que como diría mi amiga, está re fuerte. Pero yo igual lo veía como un niño. Se notaba que hacía mucho ejercicio o jugaba al futbol, porque era flaco, pero tenía las ...
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