1. Rosy cada vez mas putita


    Fecha: 26/09/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... saca por un buen rato de esa forma. Podía sentir como sus jugos se resbalaban entre sus piernas, se sentía delicioso. Eso me éxito mas y la recosté sobre el banco. -Ahora preciosa, vas a saber lo que es el placer. Comencé a comerle la puchita, mmm que delicia que era, toda mojadita y con ese sabor tan característico de su puchita. -Ayyyyy si, sigue, por favor mas masssssss. Ya no gemía, me lo gritaba, era tanto su placer que se corrió la muy guarra en mi cara. Yo seguía con mi tarea y me tome todos sus jugos. -ay sigue papi, quiero que me cojas de nuevo. Me coloque encima de ella y comencé a cogérmela de manera brutal, mientras yo se la metía como una bestia salvaje, ella me pedía mas y mas. Me ponía más y más cachondo con cada uno de sus gemidos. Le mordía sus pezones y se los pellizcaba. -Dame mas, masssssss, me corro, Ayyyyy. -¿quieres mas perrita?, te voy a partir en dos putilla. -siiiiiii, hazlo, párteme, dame tu lechita. No pude resistirme y empecé a retorcer sus pezones. Eso fue el detonante. Al minuto, gritó: – ¡¡Me corrooooooooooooooo!! ¡¡Ahhh si, me corro, sí, sí, síííííííí!! Impresionante. Esa chica era una viciosa de cuidado, ...
    ... pensé. Le estaba dando tales embestidas a la muy zorra, que me dejaba alucinado. -ahh ¿quieres leche nena? ¿La quieres? -si, dámela, lléname de tu lechita. La quiero sentir en mi pucha. Eso me puso a mil e inmediatamente me corrí dentro de ella. Le descargue todo mi semen dentro de su vaginita. Fue algo asombroso. No paso mucho tiempo antes de que me pusiera en pie. – ¿Y tu ropa? – pregunté mientras ella descansaba de su orgasmo, jadeando – lame tus fluidos de zorra del banco, lo quiero limpio. No me des más trabajo del que ya tengo. Señaló una percha y empezó a lamer. Cogí el tanga, lo hice una bola y lo inserté en su coño. Cuando estuvo bien empapado lo saqué y me lo guardé, a la vez que le tiraba el bra, el uniforme y los calcetines. – Esto me lo quedo de recuerdo – dije. Tampoco era mucha ropa que ponerse: el sujetador, el típico polo blanco, faldita escocesa, calcetines y zapatos. –– Me voy, puta. ¿Cuándo vuelves al gimnasio? – El jueves. – Pues en un par de días nos volvemos a ver, si quiero algo de ti ya tendrás noticias mías. – Vale. Hasta el jueves. – Adiós. Dale un besito al cornudo de mi parte…¡Qué ganas de que llegase el jueves! 
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