La rutina de una infiel - Relatos Eróticos

La rutina de una infiel

... las lágrimas y disimulando que todo estaba bien salí al patio de atrás pensando que estaban guardadas en la bodega pero no era así. Por eso me tuve que comunicar con mi esposo para preguntarle y tardó en contestar, luego me dijo que estaba ocupado de una manera grosera y  eso fue lo que provocó de nuevo mi llanto,en silencio se me escurrían las lágrimas y no me daba cuanta de que el jardinero era testigo de todo.
Con mucha naturalidad secó mis lágrimas y al contacto de sus dedos con mi mejilla se me erizó la piel, siendo muy notoria mi reacción, y debido a eso no tuve conciencia de entregarme a ese hombre en un abrazo y beso muy ardiente. Sus manos empezaron a manosear mis nalgas y excitada y asombrada sentí lo que nunca pensé.
Ese jardinero era lo opuesto a mi marido : mi esposo alto,piel blanca, educado, olía  siempre a su fragancia favorita Perry Ellis, su miembro de tamaño "normal  y ropa elegante siempre. 
El jardinero en cambio: chaparro, con panza, moreno sudado y ropa de trabajo desgastada por el uso pero dueño de un miembro grande comparado con el de mi marido me hicieron sucumbir, pero en realidad eran las ganas de ser cogida ya que mi esposo no me daba.
Sentir en mi cuerpo unas manos toscas y ásperas y un badajo diferente al que estaba acostumbrada cuando en ese entonces tenía unos de cinco años años de matrimonio fue el detonante para volverme la mujer que soy.
completamente desnudos y sobre el pasto del patio de atrás me cogió el jardinero de una manera ...

... muy tosca y contundente que me hizo estallar en varios orgasmos, lo que me hizo quedar prendida de ese hombre fue que antes de penetrarme se puso un condón argumentando que siempre se cuidaba...¡sin educación, sin clase pero muy precavido en cuando a salud se refiere!!!....
Ademas de que me penetró sin mucho preámbulo después de besarme y manosearme me la dejó ir hasta el fondo, logrando que estallará en un orgasmo.
Así estuve solo una temporada con ese trabajador ya después fue despedido por mi esposo porque descuido el jardín sin saber que el jardín que yo tenía entre las piernas era atendido a la perfección.
Fue así como inicie la travesía en el mundo de la infidelidad, sufriendo a veces muchas decepciones.
Pero volviendo a mi actual amante Darío era un hombre promedio alto, y de complexión robusta sin ser obeso, según me platicaba jugó en su juventud futbol americano por eso su estatura me imponía.
Y gracias a esa fuerza desarrollada me levantaba en vilo y me penetraba muy sabroso, sin cansarse.
Debo decir que el chiste de ser infiel,no se ustedes pero  al menos para mi, radica en que el elegido tenga algo diferente que aportar a lo que tienes en casa y lo que antes se había probado.
Es por eso que Darío lo que hacía que anduviera muy volada con él era su fuerza fisíca, casi siempre me cogía cargándome y quedaba enfrente a el y nos besábamos muy rico. Ademas de su herramienta era más gruesa que la de mi marido.
Lo más reciente que sucedió  entre nosotros es que nos ...