Mi hermanito Adrian - Relatos Eróticos

Mi hermanito Adrian

... jugar con su cabello. me miro a los ojos, una expresión lascivia en su rostro. metí mis manos bajo su top pellizcando sus pezones, su cuerpo empezo a reaccionar, su respiración se volvía mas profunda. lentamente quite su top.

Incline mi cuerpo presionando el suyo, él se dejo llevar hasta terminar acostado sobre el mueble. bajé mis manos a su cadera y con movimientos firmes quite su lycra dejándolo completamente desnudo. en respuesta él se acostó boca abajo levantando ese culito hermoso. 

Con una mano en cada nalga abrí su culito para ver ese botoncito rosado, aun abierto, acerque mi boca y con la punta de mi lengua lami los pliegues de su entrada. escuché como soltaba un respiro de alivio. mi lengua se abría paso en su interior mientras él empezaba a gemir suavemente.
Me detuve un momento y Adri volteó a mirarme como suplicando que continuara. sin previo aviso le metí dos dedos en su dilatado agujero. el apretó los ojos y gemió. con una mano masajeaba su interior mientras con la otra me desabrochaba el pantalón. con esfuerzo introduje un tercer dedo.  entraba tanto como podia y sacaba mis dedos presionando contra su prostata haciendolo gemir mas fuerte. su patético pene estaba tan humedo que dejaba escapar hilitos de líquido que caían sobre el mueble.

Saque mis dedos de su interior y me recosté sobre el mueble.
-tu turno -dije com voz firme.
Le tomo unos segundos salir del trance en el que estaba. se dio la vuelta dandome la cara y puso su mano sobre mi pecho, ...

... bajo decidido hasta mi boxer y de un movimiento dejo salir mi verga de su prisión.
 No lo dudó dos veces y metió tanto de mi verga en su boca como pudo, era poco mas que el glande, mientras que con sus manos me masturbaba. chupaba con desesperación, yo empujaba su cabeza tratando de que la comiera toda, pero mi verga era demasiado grande para eso. Saco mi verga de su boca buscando respirar. puse mis mano bajo sus brazos y lo alcé, dejandolo encima mio, sus piernas a mis costados. puse su entrada sobre la punta de mi verga. él de inmediato intento sentarse para devorar mi mastil pero lo detuve, solo la mitad del glande alcanzo a penetrarlo. una expresion de frustración y lujuria en su rostro.
-que es lo que quieres?- en respuesta sonrió y empezo a mover su cadera en circulos sobre mi glande. ese putito hermoso sabe como ponerme a mil- si tanto lo quieres solo dilo y es tuyo.
en un instante  la calentura le gano. y lo pidio, lo demando con desesperación en su voz.
-quiero tu verga, quiero que me la metas!
-buen niño -le sonreí.
Entrelazó sus manos detras de mi cuello y se dejo caer de golpe metiendo toda mi verga en su pequeño agujero. permaneció con la boca abierta y los ojos hacia el cielo hasta que dejo escapar un quejido. acto seguido empezo a saltar sobre mi verga como si su vida dependiera de ello.
-te gusta,perrita? -resoplé mientras le daba una nalgada.
-si, papi -dijo entre gemidos agudos- me encanta tu verga!
Sus piernas empezaban a perder fuera asi que lo tome ...