LA AMIGA DE MAMI 2 - Relatos Eróticos

LA AMIGA DE MAMI 2

... Utilicé el glande como gran “acariciador”: labios mayores, el interior…, los pliegues de los labios internos, el clítoris, el perineo, el arrugadito ano. Hasta el interior de los muslos. 
-Por favor, papi, ¡no me hagás sufrir!
-No…, mi amor… - ¡Y se la enterré de una!
-¡Síííí! ¡Así así sííí!
Clara mantenía sus piernas en alto, tomándola de los tobillos. Yo bombeaba. ¡Plaf! ¡plaf! ¡plaf! Luego de unos minutos fui al culo. Estaba tan mojado por sus propios fluidos que no hizo falta lubricante. ¡Súper penetrada!
-¡Así! ¡Qué lindo!
Nuevo bombeo ¡plof! ¡plof! ¡plof! ¡Y a la concha nuevamente! El rostro de placer de Clara no tenía igual. Supongo que en mi caso sería lo mismo.
-¡Ay papi! ¡Qué linda cara tenés! ¡Tan lujuriosa, como me gusta verte! 
Volví al culo y dejé sus tetas libres, para dedicarme a la concha. Metí tres dedos dentro y acaricié el clítoris; duro como meñique. El orgasmo no se hizo esperar.
-¡Dios! ¡Otro más! ¿Cuántos van? 
-No sé. No los cuento.
-Cuatro o cinco. No puedo evitarlo. ¡Es tan rico todo!
Se la saqué del culo y me instalé sobre sus tetas. Quería una cubana. Le acaricié los pezones con el glande. Nos acariciamos mutuamente. Clara me pasaba los pezones por toda la pija. Me coloqué en el valle entre las tetas. El sube y baja entre los melones que Clara apretaba, se acrecentaba por las lengüetadas que me daba cuando la pija llegaba a su pera…
-¡Así! ¡Si! ¡Si! – Clara gritaba de felicidad. 
Me bajé y me senté contra el respaldar de la cama. ...

... Clara se montó a horcajadas de frente. Totalmente penetrada comenzó a cabalgar. Yo besaba las tetas y chupaba los pezones al ritmo de su cabalgata. Clara, por momentos se inclinaba hacia adelante para rozar el clítoris contra la pija. Le daba chirlos en las nalgas. No tardó nada para tener un nuevo orgasmo.  
En un momento, Clara giró sin sacársela, y se puso de espalda. Sabía que cuando se la introducía en el culo me gustaba ver cómo entraba y salía.
Con una mano acariciaba las nalgas y con la otra la espalda. Ella mantenía el ritmo con sus piernas. Cada vez que subía, cuando le dejaba solo la cabeza adentro, metía mano para acariciarle la concha. Eso la excitaba. 
Se inclinó hacia mis pies. Los besó y chupó, siguiendo con la cabalgata. Me calentaba tanto que tuve que apretármela para no eyacular.
-¿Por qué no dejás que me la entierre toda?
-Porque me vas hacer acabar…
-Yooo… ¡sííí! - Se sacudió nuevamente… ¡un nuevo orgasmo!
-¡Vení, vení! ¡Ponete en cuclillas sobre mi cara! – ¡No quiero desperdiciar tanto jugo!
	Sonriente, como siempre, Clara se acomodó sobre mi boca. Ella sabía que era probable un nuevo orgasmo… ¡lo que me haría inmensamente feliz!
-¡Ay! ¡Sos un maldito! ¡Me viene de nuevo!
-¡Descubrimos que sos multiorgámica! ¡Jajaja! – Ambos nos reímos.
-¡En toda mi vida no gocé tanto como con vos! 
Cuando la dejé “limpita” le pedí que se ponga en cuatro.
-Querés probar todas… ¡jajaja! – Nunca vi a Clara tan feliz, y eso que tuvimos muchísimos buenos momentos… ...